Los zascas están a la orden del día en Twitter y La Jungla da buena cuenta de ello. Son habituales entre políticos, que dejan claro de esta forma cuáles son sus diferencias respecto a los principales debates de actualidad. Los últimos ejemplos, Echenique contra el regreso de Juan Carlos I o Serigne Mbayé contra Agustín Rosety. Pero el que no suele fallar es Pablo Iglesias, que una vez liberado de sus responsabilidades con Unidas Podemos y el Gobierno está mucho más suelto en redes sociales.
Después del mal resultado que obtuvo en las elecciones a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Iglesias tomó la decisión de dejar la política y dedicarse a otra faceta profesional que también le apasiona: el periodismo. De hecho, el ex vicepresidente del Gobierno aseguró que "dedicarme al periodismo crítico me apetece más y creo que se me da mejor que la política".
Desde el periodismo, la incorporación de Iglesias a ese mundo no ha sido recibida precisamente con entusiasmo por algunos de sus compañeros. La última en dejarlo patente ha sido la periodista de ABC especializada en política Paloma Cervilla, quien ha dicho que siempre le pareció "un cantamañas, un charlatán de feria, que se creía un Mesías para salvar a la izquierda".
Iglesias, que ya ha demostrado en su programa La Base que disfruta con este tipo de polémicas, no ha dudado en contestar a Cervilla. "Le agradezco su amable, mesurada y constructiva crítica, señora. Un saludo cordial", la ha dicho en un tuit claramente irónico. Actitud de vacile que encaja con el Iglesias que aparece en La Base: bebiendo repetidamente del mate mientras sonríe.
Al tuit han reaccionado personas famosas como el pianista James Rhodes, que ha aprovechado para arremeter contra ABC, periódico al que parece que no tiene demasiada simpatía. También están quienes han apoyado a Cervilla: "Pronto se descubre que su interior está lleno de un vacío absoluto..."