Carlos Ríos es el gurú del Realfooding, el movimiento que ha puesto el foco en la elaboración y el procesamiento de los alimentos. Empezó pateándose los supermercados para señalar aquellos productos que nunca deberíamos consumir y contar las bondades de la alimentación real, fomentando que volviésemos a comer comida de verdad, como lo hacían nuestros abuelos. A priori, su objetivo era encomiable, pero con el paso del tiempo empezó a generar dudas.
Poco después, Ríos había desarollado su propia aplicación para analizar alimentos y sus planes de alimentación, también vendía miles de ejemplares de sus libros y creaba una fiel comunidad en torno a sus redes sociales. El Realfooding dejaba de ser un movimiento para convertirse en un negocio muy rentable, pero todavía no había tocado techo. Le faltaba cerrar el círculo y ¿qué mejor idea que hacerlo elaborando sus propios productos?
Comenzó con elaboraciones más saludables, como el hummus o el guacamole, pasando también por el gazpacho y el salmorejo. Sin embargo, el pasado mes de octubre, Carlos Ríos saltó a la palestra por haber lanzado al mercado una crema de cacao con un etiquetado confuso en el que se intentaba, a toda costa, no poner "azúcares añadidos". Los nutricionistas no tardaron en obligarle a rectificar y dejar claro que, en todo caso, se trataba de un producto de consumo ocasional.
Cruasán y helados realfooding
Ahora Ríos ha vuelto a sorprender lanzando al mercado cruasanes "integrales" y helado de chocolate y vainilla que, de primeras, no parece que sea el tipo de comida real y sana que tanto ha defendido desde sus inicios. En cambio, ha explicado en sus redes sociales que los primeros llegan "harina 100% integral, aceite de oliva virgen extra y pasta de dátiles" y se diferencias de los ultraprocesados en que "no verás harinas refinadas ni una larga lista de diferentes tipos de azúcares añadidos refinados o grasas controvertidas, tampoco edulcorantes no calóricos".
Más o menos lo mismo ha explicado de sus helados, que no añaden "ningún azúcar refinado como azúcares invertidos, glucosas, dextrosas, sacarosa ni tampoco edulcorantes artificiales". Asegura Carlos Ríos que para endulzarlos "solo hemos utilizado dátiles en el helado de cacao y fibra de achicoria en el helado de vainilla, que aporta sabor dulce pero que tiene efectos beneficiosos en nuestro cuerpo por ser prebiótica":
Las nuevas creaciones de Carlos Ríos no han tardado en hacerse virales en Twitter, donde el mediático nutricionista no tiene grandes amigos, puesto que él se mueve mucho mejor en el universo de Instagram. En la red social, en cambio, sí proliferan dietistas, nutricionistas, psicólogos y divulgadores que han querido exponer sus dudas sobre el cruasán y los helados que pueden comprarse bajo el paraguas del realfooding.
Han criticado el uso de "terminología engañosa" como puede ser la de denominar "integral" al cruasán, pero también le han acusado de aprovecharse de su comunidad y de falsear su aplicación para que analice como saludables sus propios productos. Consideran muchos de ellos que Ríos se ha dedicado a demonizar cierto tipo de alimentos y prohibirlos a sus seguidores, para después elaborarlos él y vendérselos. Además, también le acusan de fomentar trastornos de la conducta alimentaria:
Hasta Mikel Iturriaga, periodista y jefe de El Comidista, de El País, ha sido muy duro con el "tenderete de productos de realfooding disfrazados de saludables":
La respuesta de Ríos
Como ocurre cada vez que a Ríos se le lincha en Twitter, algo que pasa cada pocos meses, el nutricionista se defiende sin profundizar en el asunto, escudándose en que son haters los que le critican, no algunos de los nutricionistas de más renombre en nuestro país. En esta ocasión, ha publicado un vídeo en Instagram este jueves explicando que "yo controlo lo que digo, pero se me escapa lo que intentan tergiversar los otros".
Sostiene que él no hace ni va a hacer ultraprocesados, explicando que no añade edulcorantes a sus productos y repitiendo lo del dátil y la raíz de achicoria, pero mencionando esta vez que el consumo del cruasán y los helados debe ser esporádico y no habitual por muy realfooding que sean. También ha acusado a sus críticos de querer "censurar" sus creaciones y ha avanzado que no parará hasta que tenga su propio supermercado:
Por el momento ya dispone de sección Realfooding en algunas superficies comerciales y también tiene sus productos en grandes cadenas de alimentación.