La peculiar forma que tiene Gabriel Rufián de comentar la actualidad le ha valido otra nueva lluvia de zascas, con mención especial esta vez, a cargo de dos sindicatos policiales. El contexto hay que ir a buscarlo a la detención que han realizado agentes de la Policía Nacional a uno de los líderes más destacados de Ultra Sur, acusado de participar presuntamente en diferentes delitos de lesiones, uno de ellos agravado, y daños intencionados en un establecimiento de hostelería de la ciudad de Vigo el pasado 2 de abril, en la previa al partido entre el Celta y el Real Madrid.
Según las investigaciones, la Policía ha constatado que un grupo de unos 120 radicales se trasladó de Madrid a Galicia para enfrentarse a los seguidores celtistas y, tras agruparse en las inmediaciones del estadio de Balaídos, se dirigieron a dos locales de hostelería frecuentados por aficionados locales. Al llegar, unos cinco ultras rompieron el cristal de la puerta de entrada en uno de ellos y agredieron a dos clientes con puñetazos y patadas.
El detenido, además de haber participado en la agresión, habría sido el responsable de golpear a uno de los aficionados con una botella de vidrio en la cabeza provocándole lesiones graves por las que tuvo que ser asistido. Gracias a la rápida intervención policial, se evitaron más enfrentamientos entre seguidores radicales de ambos equipos al identificarlos antes de acceder al estadio para retirarles las entradas y acompañarlos a las afueras de Vigo. Este lunes, desde la cuenta oficial de la Policía, ofrecían el vídeo de la detención del ultra:
Aunque las imágenes no dan lugar a muchas interpretaciones, sí han servido para que algunos criticasen a la Policía, principalmente por haber pixelado los tatuajes del ultra detenido para evitar su identificación. No obstante, también se han leído otro tipo de comentarios, pero ninguno de ellos ha levantado tanto revuelo como el que ha hecho el diputado y portavoz de Esquerra Republicana de Catalunya en el Congreso, Gabriel Rufián, que solamente ha empleado cinco palabras para ello:
Con su ironía habitual, Rufián ha cuestionado la imparcialidad policial, deslizando que también los agentes comparten ideología con el detenido, una consideración insultante que dos de los sindicatos policiales mayoritarios no ha querido dejar pasar por alto. Desde Jupol le han dicho que esperaban "un poco más de una persona que cobra más de 125.000 euros al año del erario público" y desde SUP contestan que "para ser diputado, creemos que ya debería saber las diferencias":
Ambos tuits combinando sendos zascas que han sido muy aplaudidos en la red social, pero fueron ni mucho menos los únicos que ha recibido Rufián:
Asimismo, algunos independentistas le han tirado también de las orejas por su comentario, asegurando que contribuye a identificar a la Policía con la extrema derecha.