Aunque todavía estamos lejos de equipararnos a Estados Unidos, ligar a través de portales y aplicaciones es ya mucho más habitual en España. Tinder es una de las opciones favoritas de los españoles y se caracteriza por la necesidad de que haya un consentimiento mutuo para iniciar una interacción entre dos personas. Todo un catálogo de perfiles se van sucediendo ante nuestros ojos obligándonos a hacer una criba a medida que pasamos al siguiente.
Precisamente, el nombre de esta aplicación ha sido trending topic este jueves en Twitter, algo que suele ocurrir a menudo, pero en esta ocasión el desencadenante tiene nombre y apellidos. Se llama David Santos y se define como "creador de contenido y comunicador", con miles de seguidores en las redes sociales. Sin embargo, para muchos es "el influencer de Vox", una etiqueta que le colgaron cuando saltó a la fama.
Santos apareció en los medios cuando convocó una barbacoa en la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero y posteriormente cuando fue condenado por un delito electoral con agravante de obrar por motivos ideológicos. Los hechos por los que fue juzgado se sucedieron el 10 de noviembre de 2019 en el CEIP Miguel de Cervantes de Capuchinos, en Málaga, donde ejercía de presidente de una mesa electoral e impidió que votase un apoderado de Unidas Podemos del que posteriormente se mofó en Twitter.
Sin Tinder por ser de Vox
Ahora, con un alcance algo menor pero suficiente para ser tendencia en la red social, Santos ha lamentado que le hayan cerrado la cuenta de Tinder y ha preguntado si sería por ser votante de Vox. En el comunicado, la plataforma le informa que ha violado sus términos de uso. Se trata de una normativa que puede leerse aquí y que penaliza, entre otras cosas, la incitación al odio: "Cualquier contenido que promueva, abogue o justifique el racismo, la intolerancia o la violencia hacia individuos o grupos basándose en factores como la raza, la etnia, la religión, discapacidades, género, edad, nacionalidad, sexualidad o identidad de género".
Desde Tinder no han precisado en esa comunicación qué reglas había incumplido David Santos, pero su lamento ha servido a sus muchos críticos para echarse unas risas a su costa con comentarios de todo tipo, como estos:
Santos se ha tomado las mofas con filosofía, pero ha querido defender que "no he hecho nada, solo exponerme públicamente y decir lo que pienso".