El divorcio entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz, por si a alguien le quedaba alguna duda, se ha constatado estos días después de las palabras del exlíder de Podemos el pasado domingo. Sin citarla en la clausura de la Universidad de Otoño, pero haciendo numerosas alusiones, la formación morada se siente utilizada por la ministra de Trabajo que, una vez aupada hasta el Ejecutivo empleando la fórmula de Unidas Podemos, ha pasado por encima de la coalición para poner en marcha su propio proyecto y Juan Carlos Monedero se ha pronunciado sobre esto.
Díaz ha estado este martes en Pamplona con Sumar, la plataforma con la que está llevando a cabo ese "proceso de escucha" que huye, en teoría, del "politiqueo". Manteniendo su decisión de no confrontar su postura públicamente con la de Iglesias, la vicepresidenta segunda ha dicho que sigue "dejándome la piel por mi país y sigo trabajando", reconociendo que sí está dispuesta a dar "un paso adelante", pero de forma "colectiva y feminista".
En mitad de lo que viene a ser la enésima lucha interna de la izquierda, el fundador de Podemos ha querido dar su punto de vista. No obstante, en vez de compartirlo directamente, ha usado una entradilla digna de historieta como la del niño de Vox en la campaña gallega o la de aquella niña de Mariano Rajoy. "Me para una mujer en la calle con preocupación y me dice: Juan Carlos, unidad", ha empezado diciendo:
No ha especificado nada más, pero esa señora le da pie a soltar lo que piensa sobre el tema. En su discurso ha señalado que Yolanda Díaz tiene la obligación de "representar a todo el espacio" y no puede "ir por España construyendo su partido al margen de Podemos sin sincerar sus objetivos y sin hablar con sus socios". Eso, para Monedero, "es peor que alzar la voz":
Finalmente, ha abogado por esa unidad pidiendo "que las cabecitas de ratón se vayan a su casa de una vez" y asegurando que "yo quiero ver a Yolanda e Ione juntas". El hilo de Monedero incitó al debate sobre el tema en Twitter, pero también levantó las sospechas por haber citado a esa "señora" que supuestamente lo paró por la calle. Y es que con las sospechas de invent, los tuiteros no tienen piedad:
Lo cierto es que podría habérsela ahorrado.