Hace mucho tiempo que Karlos Arguiñano trascendió a los fogones. El chef más querido de España no lo es únicamente porque lleve tres décadas enseñando a cocinar a todo un país a través de la televisión, sino porque lo hace mientras charla con nosotros como si fuese nuestro vecino. También por los grandes momentos que nos ha brindado con su naturalidad, sin ocultar sus ideas políticas y bromeando incluso sobre la realeza, como Isabel II o Felipe II.
Este 2 de enero ha empezado su programa Cocina Abierta, en Antena 3, elaborando una suculenta tortilla con cebolla caramelizada y pimientos. No obstante, la receta no ha sido lo más aplaudido del espacio, sino el consejo que ha dirigido Arguiñano a los jóvenes. Ha recordado primeramente los "buenos recuerdos" de su juventud, explicando que "trabajábamos con muchas ganas" y valorando que cuando "trabajas con jefes de calidad, te vas dando cuenta de que aprendes cosas" y eso hace que te sientas bien.
"En la escuela que tengo en Zarauz siempre les digo lo mismo a los alumnos. Yo no doy muchas clases, voy de visita y a saludar, pero siempre les animo y les digo: 'Acordaos de una cosa, lo que se aprende te vale para toda la vida, es como aprender a andar en bici'. El que aprende de chaval en la bici luego no se olvida. Pues tú aprender en la cocina las cosas bien hechas y esas se te van a quedar y te van a servir para el resto de tu vida", ha reflexionado.
"No os quedéis sin aprender nada"
"Jóvenes, animaos, la hostelería os necesita", ha seguido comentando mientras cortaba los pimientos verdes y los echaba a la sartén, analizando que gracias a las personas migrantes que han llegado "muchos puesto de trabajo están cubiertos" porque, de lo contrario, los hosteleros no encontrarían trabajadores: "Lo que hay que hacer es prepararse para poder atender a los clientes con fundamento porque todos los trabajos son serios e importantes", sostiene Arguiñano.
"No solamente ser ingeniero o arquitecto o piloto de líneas aéreas", ha seguido, valorando que son igualmente necesarios "camareros, barmans y chóferes, taxistas, camioneros... El oficio bien aprendido, eso siempre viene bien". Por eso, aconseja a los jóvenes que no vayan bien en los estudios que aprender un oficio, alegando que "un oficio bien aprendido te da oportunidades y, cuando las tienes siendo joven, despegas": "Lo bueno es tener un oficio, no os quedéis sin aprender nada. Aprended alguna cosa, la que os guste", ha zanjado.