Sarah Joe Chamoun, más conocida por el nombre de Mia Khalifa con el que la bautizó la industria de la pornografía, fue actriz porno hasta 2015, llegando a ser sus vídeos los más vistos del portal Pornhub. El éxito de sus actuaciones le valió popularidad entre un segmento de la población mundial consumidora de cine para adultos, pero su arrepentimiento posterior acercó su figura al gran público protagonizando sonadas entrevistas en las que cargaba contra productores por haberse sentido explotada desde muy joven.
Khalifa, libanesa nacionalizada estadounidense, ha sido una de las exactrices porno que más ha clamado contra su reputación digital, luchando por eliminar sus trabajos de Internet. En su caso, fue una escena en la que mantenía sexo con un hiyab islámico la que encumbró su carrera. Tras dejar el porno ha ejercido de comentarista deportiva y ha mostrado más facetas laborales, incluidas aquellas que han sido criticadas con mucha dureza como la fotografía erótica.
En verano de 2019 fue entrevistada por la BBC y habló sin tapujos de sus traumas como joven actriz porno, un discurso que repitió sucesivamente buscando la empatía del público. Precisamente, el youtuber Wall Street Wolverine ha rescatado este miércoles el fragmento de una de aquellas charlas y su contenido se ha hecho viral. Se trata de la participación de Khalifa en el pódcast A Conversation With que conducía Philip DeFranco.
"Terapia y no porno"
En aquella conversación, que se emitió en octubre de 2019 y puede verse completa en YouTube, Khalifa explicó que se sintió "empujada" al porno porque "estaba recibiendo atención y validación". "La gente en el set me decía. '¡Oh, Dios mío, eres preciosa!' Y la atención de esos hombres guapos los cuales nunca, ni en un millón de años, vi que me hubiesen prestado atención", se justificaba la joven ante su entrevistador con total naturalidad.
"Debería haber hecho terapia, no porno", concluía, consciente de que fueron esas carencias emocionales las que la empujaron de algún modo a hacer pornografía. Además, reconocía que estaba arrepentida y que estaría dispuesta a "cambiar totalmente eso por tener una vida normal y no dar derecho a la gente a verme desnuda en Internet cuando les da la gana". El vídeo va camino de las 200.000 reproducciones y ha provocado un aluvión de comentarios, la mayoría dejando claro que no ha hallado la empatía que pretendía:
Una prueba más de que lo tiene muy difícil para tratar de pasar página y reinventarse.