Marc, el profesor viral que dice estar harto de sus alumnos: "Quiero dejar este trabajo"
El lamento de Marc Schmidt se ha hecho viral en Twitter al denunciar la situación que vive con sus alumnos en un instituto de Barcelona.
6 febrero, 2023 18:57Noticias relacionadas
La desesperación de un profesor de instituto de Barcelona se ha hecho viral en los últimos días al relatar su impotencia ante un alumnado "fuera de control" cuyo comportamiento le impide dar sus clases en secundaria. No es la primera vez que el profesorado alza la voz en este sentido, denunciando también la respuesta violencia e intimidatoria que se están encontrando en la réplica de los chavales.
De hecho, hace algunos meses se popularizó el vídeo de una tiktoker que hacía una parodia sobre la evolución de la educación en España en las últimas décadas: desde aquello de que la letra con sangre entra hasta la persimisividad jipi actual en algunos casos. La historia que nos ocupa tiene que ver con las consecuencias del exceso de celo que impera en el sistema y de la respuesta de algunas familias, que trasladan a sus hijos un sentimiento de impunidad.
En este caldo de cultivo se mueve Marc Schmidt, profesor interino en un centro público de Barcelona. Él mismo ha relatado en Twitter que dejó su trabajo de ingeniero en Volkswagen para "cumplir mi sueño" y "ayudar a personas de verdad, pero cada día que paso en clase engaño a los alumnos, dejándoles pasar conductas irrespetuosas, falta de disciplina, etcétera; ellos ya lo ven normal, y yo no quiero promover esto".
"Hasta aquí he llegado"
Además de una intensa jornada laboral que comienza a las 8:15 y se prolonga a veces hasta las 20:00 horas, Marc cree que uno de los grandes problemas de comportamiento es que el alumnado sabe que aprobará igual porque el mal comportamiento no penaliza. En este sentido, el pasado 30 de enero escribió un tuit que ha sobrepasado las 260.000 reproducciones, contando lo que había sucedido en una clase de 2º de ESO "totalmente fuera de control":
Avui a una classe de 2n d’ESO totalment fora de control, esberats, cridant, malgrat que erem DOS professors. Li dic un alumne, això és una boigeria, em contesta: calla, et paguen perquè ens aguantis.
— Marc Schmidt Pujol (@mercatorCAT) January 30, 2023
Tinc clar que vull deixar aquesta feina. Fins aquí he arribat. Dignitat 0.
"Asustados, gritando, aunque éramos dos profesores", ha descrito, explicando que le llamó la atención a un alumno y éste le contestó: "Calla, te pagan para que nos aguantes". Como conclusión, Marc ha admitido que "tengo claro que quiero dejar este trabajo, hasta aquí he llegado, dignidad cero". El profesor no solo responsabiliza de esto al alumnado, sino también a "familias y sistema educativo", un análisis que han compartido otros docentes en las respuestas que le han dejado:
Eso no pasaba hace 15 años. Al menos no con tanta frecuencia.
— zajo (@zajo3) February 1, 2023
Llegará un momento en el que alguien con capacidad ejecutiva deberá pensar qué está ocurriendo para que gente como ustedes se planteen dejar la profesión y actuar al respecto.
Que la gente piense que exageramos da idea de lo exagerada que es la situación. Cuando en un grupo se instala la mentalidad de 'ciudad sin ley', no hay sueldo que pague la experiencia.
— Alejandro González T (@Al59redux) February 2, 2023
Supongo que la cosa cambiaría mucho si tuvieras un grupo de, digamos, 6-8 alumnos. Aunque fuera un solo profe. Estas ratios nos parecen normales, pero no funcionan.
— Neila Campos (@piquiliguardi) February 4, 2023
Te mando un abrazo cariñoso. Antes de pensar en abandonar, cambia de centro. Si tu equipo directivo te apoya, aún se puede intentar a parte limpio y expulsiones. Si no te apoya, igual no eres tú, es el centro. No pierdas la ilusión todavía, aunque sé que es muy difícil.
— Denyure y punto - #MegaraaEurovisión (@denyureypunto) January 31, 2023
Terrible soportar una situación así día a día. Mucho ánimo! Dos clases de 15 nunca será lo mismo que una de 30 aún con dos profesores. Bajar ratio es fundamental y beneficioso para ellos.
— SN2 (@lebquim11) January 31, 2023
A mí me han escupido en mi botella de agua,me han sacado unas tijeras y me las han puesto en el cuello, me han insultado, me han amenazado, y cuando me he atrevido a ir a la Directiva a informar de lo que me ha pasado, se me ha dicho que miento. Estoy aterrorizada. Cada vez peor
— Atlántico (@grancanaria1974) February 6, 2023
🤦🏻 un clásico. “pues no has elegido tú ser profesor: sarna con gusto no pica” me dijo a mí un monigote que se le tapa con un sombrero de Primero cuando le afeé su comportamiento. En fin, mucho ánimo. Hace años que me di por vencido y abandoné la profesión. No me he arrepentido
— NachoCrespo (@NachoCrespo12) January 31, 2023
Mucho ánimo. Se pasa MUY mal en esas circunstancias. Además a veces crees que le has pillado el tranquillo y te vuelves a llevar palos.
— Álvaro Zylberstein (@lvaroZylberste1) February 1, 2023
Pero también hay preciosos destellos de esperanza cuando consigues captar a un alumno difícil.
Un abrazo enorme.
Es la juventud que ha subido.
— Observant com passa la vida... (@josepm_1969) January 31, 2023
La juventud que no se le puede decir nada que si no les causas un trauma.
Una buena ostia a tiempo hubiera solucionado muchas cosas que ahora estamos sufriendo.
Mi hijo hace 2° de ESO y lo que cuenta que pasa en clase son barbaridades. Los alumnos que si quieren estudiar tb son los grandes perjudicados. Ánimo!
— cbs_79 (@cbs_79) February 6, 2023
Hola, Marc. No sé los años que llevas en la docencia ni la situación de tu instituto; pero tras 15 años sólo te puedo decir que no decaigas. Es una profesión preciosa y que si tienes vocación se convierte en placentera. Ahora bien, a veces hay malos días, promociones, clases...
— Antonio Manuel Membrilla (@ammembrilla) January 31, 2023
Te entiendo perfectamente, el año pasado estuve en un IES muy malo, y pese a ser dos profes, hay clases que son incontrolables...
— Filosofiaentaza (@filosofiaentaza) February 1, 2023
— montse64 ||*|| (@montsegil64) January 31, 2023
Igualmente, todos le han querido dar ánimos para sobrellevar la situación que está viviendo.