Cuando uno se enfrenta a una situación límite ―y perder a un ser querido es una de las más dolorosas― querría que el mundo se parase por un tiempo, que se respetase el cuidado necesario a esa persona y el duelo posterior. Sin embargo, a pesar de que se establecen permisos laborales de días por estas cuestiones, todavía estamos lejos de proporcionar como sociedad una respuesta más empática en estos casos, como ha demostrado la denuncia que ha hecho Vera a través de las redes sociales.
Aunque se trate de una muerte esperada dentro de lo que venimos llamando "ley de vida", el fallecimiento de un abuelo es un momento duro y triste para los que se quedan. No solo durante los momentos iniciales del luto, en el tanatorio, el entierro o el funeral, sino mucho más en lo que viene después: afrontar de nuevo la vida sin que ellos estén. La humanidad entendió hace miles de años la necesidad de venerar a sus muertos, pero en estos tiempos de deshumanización parece que nos olvidamos de lo importante que es.
Entre los derechos laborales de los trabajadores se contemplan días libres por el fallecimiento de familiares de primer y segundo grado, los más cercanos, pero ese baremo no se aplica en muchas otras actividades, como por ejemplo la académica. El relato de Vera ha llegado a casi tres millones de usuarios en Twitter, que han empatizado con la joven y su triste queja: le han suspendido por haber estado 10 días en el hospital cuidando de su abuela en sus últimos momentos.
"Me forman para esto"
"No pienso pedir permiso por ser persona antes que un alumno robot", ha reivindicado Vera, explicando que lo más paradójico es que está cursando un grado de atención a personas en situación de dependencia: "Me están formando para cuidar personas como mi abuela", insiste. Además, relata que regresó a clase tras el entierro, sin cogerse ni un solo día para pasar el duelo, pero aun así no fue suficiente:
"Todo el día diciéndonos que en nuestro trabajo necesitaremos muchísima empatía, tanta como tienen ellos y la que nos están enseñando", se ha quejado Vera que, ante las preguntas de algunos tuiteros, ha ahondando en que "al haber faltado tantos días llegué al 20% de faltas y no pueden evaluarme, teóricamente", afirmando que incluso ha justificado su ausencia y la han suspendido igualmente. Su relato ha provocado una reacción solidaria en la red social, dándole el pésame y también aplaudiendo su implicación con su abuela:
"Volvería a hacerlo mil veces", ha zanjado Vera.