Parte de la aventura de viajar está en degustar los platos típicos de cada zona dejándonos llevar por lo desconocido aunque, en más de una ocasión, lleguemos a arrepentirnos. Lo cierto es que conviene desterrar los prejuicios, pero quizás sea necesario tener claros al menos los ingredientes. Seguramente esta sea una de las lecciones que ha aprendido la protagonista de nuestra historia de hoy después de haber pedido una tortilla del Sacromonte en sus vacaciones por Granada.
Maddie es una joven de Estados Unidos que trabaja como profesora de inglés en España y relata sus experiencias a través de TikTok. El último de sus vídeos, recordando sus vacaciones de Semana Santa en Andalucía hace un año, se ha hecho viral por la anécdota gastronómica que le sucedió en un bar granadino. Explica que su intención era descubrir "algo real" y optó por buscar esa dosis de realidad en los platos típicos de la zona.
Llegó a un establecimiento y vio que en la carta tenían tortilla del Sacromonte, así que se decidió a pedirla: "Me encanta la tortilla española porque está muy rica", explica en el vídeo, añadiendo que ella creía que se trataba de la receta tradicional con huevo y patata. En cambio, empezó a mosquearse cuando el camarero le preguntó si estaba segura y le citó un par de ingredientes que a ella ni le sonaban. Se reafirmó entonces en su petición y acudió a Google a ver qué era aquello.
Sesos y criadillas
Aquellas dos palabras eran "sesos y criadillas", dos términos poco comunes que no le habían enseñado en sus clases de español. "Cuando me enteré de lo que había pedido, no sabía qué hacer", recuerda; no obstante, la joven se la comió sin pensárselo dos veces. "Decir que estuvo rica, no lo diría, pero igual ahora cuando pido comida siempre la busco en inglés antes", afirma en un vídeo que se ha popularizado en la red social:
Para el que no conozca la tortilla del Sacromonte, esta receta en efecto lleva criadillas y sesos, habitualmente de cordero, con huevos, harina y tacos de jamón, además de aceite de oliva y sal. También hay otras versiones que incorporan tuétano, pimiento, patata, chorizo y otros ingredientes. Se trata de un plato típico en Granada para conmemorar la festividad de San Cecilio, su patrón, el 1 de febrero.
Debe su nombre a la famosa Abadía del Sacromonte, un monasterio construido entre los siglos XVII y XVIII para recordar el martirio del santo en esa zona. La leyenda que envuelve este plato nos remite al abad del lugar, que invitaba a comer cordero al horno a las autoridades el día del patrón y un año tuvo que afrontar el menú después de que hubiesen robado en sus despensas. Así, no tuvieron más remedio que preparar la comida con los ingredientes que habían dejado los cacos y así nació la famosa tortilla que Maddie no volverá a pedir nunca más.