Las personas somos un almacén de manías que, en su mayoría, van aumentando sin freno a medida que nos vamos haciendo mayores. Rutinas inexplicables que nos hacen vulnerables a los demás y provocan no pocos enfados cuando ellos no cumplen las directrices que establecemos, a veces sin sentido, en nuestros espacios. Cuando además una es escrupulosa, como la tiktoker Judith Martos, el día a día se complica todavía más.
La modelo y creadora de contenido, con más de 2 millones de seguidores en TikTok a sus 20 años, ha querido confesarse y hablar "de las manías que tengo siendo escrupulosa, me dan asco muchas cosas". Así, ha empezado reconociendo que "si estoy bebiendo un vaso de agua o lo que sea, no me pidas porque no te voy a dar. ¿Cómo va a tocar tu boca algo que está tocando la mía?", se pregunta.
"Al igual que cosas de bebida, lo relaciono con la comida: mi tenedor es mío y solo mío", continúa diciendo, antes de incidir en que "no me toques los pies, ni te acerques con los pies a mi ser, no puedo, me dan un asco...". Además, tampoco presta barras de labios y avisa que "no me pidas cacao porque te voy a decir que no tengo aunque lo tenga en el bolso", reconoce. Por último, añade que "si me ves pidiendo un bocadillo, no me pidas".
"No incluye a mi novio"
Eso sí, absuelve a personas a las que quiere "y se están muriendo de hambre". A ellas les daría "un cacho, partiéndolo, porque tu boca no va a tocar mi bocadillo". Aclara que ella "no pediría jamás bebida de nadie ni comida de nadie a no ser que me esté desmayando de hambre o de ser; pero, si no, aguanto lo que haga falta". El vídeo acumula más de 321.000 reproducciones solo en esta red social:
Finalmente, la tiktoker aclara que todo lo que ha dicho "no incluye a mi novio, con él ya me da igual porque ya hemos pasado unos límites, pero todo el mundo que no sea él...". El vídeo no ha tardado en traspasar fronteras y llegar a Twitter, provocando el debate entre los que se sienten representados por ella y aquellos que prefieren no rodearse de gente tan escrupulosa:
Y tú, ¿de qué bando eres?