Parecía un tuit irónico, una broma sarcástica en la red social, pero ha resultado ser cierta la petición de un escritor catalán para que los supermercados prohíban la entrada de las personas de más de 67 años durante el sábado. El objetivo de esta discriminatoria propuesta no es otro que el de que no "entorpezcan" la compra de aquellos no jubilados que únicamente tienen ese día para realizar sus compras. Un peligroso delirio que los tuiteros han frenado en seco a base de críticas.
Las personas mayores y muchas entidades sociales vienen denunciando desde hace tiempo el edadismo, que no es otra cosa que los estereotipos, prejuicios y discriminación asociados de la edad. Una forma de pensar y actuar con los demás dependiendo de los años que tienen y que hemos venido normalizando en casi todos los ámbitos de la sociedad, sin darnos cuenta de los escollos que estamos poniendo también a nuestro yo del futuro si es que tenemos la suerte de llegar.
Según la Fundación Pasqual Maragall, el edadismo puede ser institucional, a través de leyes, normativas o servicios que discriminan o limitan las oportunidades de la gente mayor, como está pasando con las tramitaciones online, por poner un ejemplo. También se da el edadismo interpersonal en la interacción y a través del lenguaje, que está plagado de estereotipos negativos, además de uno autoinflingido que se produce cuando los mayores acaban interiorizando estos discursos.
"Vetar a los de más de 67"
Las consecuencias inciden en la esperanza de vida, la saluda mental y física, el bienestar, la calidad de vida, el aislamiento o el incremento del riesgo de sufrir abusos. No obstante, todo esto parece resultarle banal a Jordi Vàzquez porque en su día libre se ve obligado a esperar cinco minutos más en la caja del súper. Fue el día 13 de mayo cuando escribió su polémico tuit, preguntándose si "¿sería mucho pedir que las personas de más de 67 años, que tienen toda la semana para ir de compras, fueran vetadas los sábados y no se dejara entrar a nadie que superara esta edad?":
Vàzquez, que tiene 52 años y nació en Barcelona, estudió Ciencias Empresariales y es escritor y periodista, especializado en el Kurdistán, según la biografía que hemos podido encontrar en su editorial. Fue responsable del Bloque de Estudiantes Independentistas (BEI) durante sus años universitarios y fundador de la Plataforma por la Lengua. Aunque algunas personas se tomaron su tuit como irónico, lo cierto es que él ha confirmado que es del todo real su petición, llevándose un sinfín de críticas como estas:
De hecho, a preguntas de varios tuiteros, ha ahondado en que no es que tenga "yayofobia", sino que está "proponiendo una vía de organizarnos" porque "el problema no está solo en las cajas, es un ejército de clones saturando todos los carriles". Asimismo, ha defendido que los mayores pueden ir a la compra de lunes a viernes "de 10:00 a 20:00" y "saturan absolutamente los comercios el único día en que los no jubilados pueden ir de compras". Ha anticipado que cuando él pase de los 67 "no debemos ser como ellos y no debemos comprar los sábados teniendo el resto de días". Ojalá alguien haga este seguimiento para ver si el bueno de Jordi cumplirá su propia normativa discriminatoria.