Está claro que decidir el restaurante o bar al que ir a comer suele ser una pesadilla si vas a una ciudad en la que nunca antes has estado. Hay que mirar los que más cerca queden de la zona en la que te hospedes, que la comida o el menú encaje con tus gustos, que sea económico, que las reseñas sean positivas... Y ahí es cuando se abre un mar de dudas. A veces la decisión es afortunada y sales contento, otras veces desearías no haber pisado ese bar jamás.
Uno de esos puntos en los que hay que fijarse para elegir el mejor restaurante son las reseñas. Las reseñas de un bar son opiniones o comentarios escritos por clientes que han tenido la experiencia de visitar ese establecimiento. Estas suelen expresar la satisfacción o insatisfacción de la clientela con diversos aspectos del bar, como la calidad de la comida y las bebidas, el ambiente, el servicio al cliente...
Estas pueden publicarse en diferentes plataformas, como sitios web especializados en reseñas, aplicaciones móviles, redes sociales o incluso en el propio sitio web del bar. Los clientes suelen compartir su experiencia y evaluar el bar en función de sus propias expectativas y preferencias. Estas reseñas pueden ayudar a otros potenciales clientes a tomar decisiones informadas sobre si visitar o no ese bar en particular.
Del mismo modo, los propietarios de los locales tienen la opción de responder a las reseñas. Pueden agradecer a los clientes por su visita y comentarios positivos, y en el caso de los negativos, pueden utilizar la respuesta para disculparse y ofrecer una solución o explicación.
En este tipo de respuestas debe primar el respeto, independientemente de si la reseña es positiva o negativa. Aunque los propietarios no siempre cumplen con esta norma.
El dueño de la Taberna Guindilla, un bar de Motril, Granada, se ha vuelto viral en las redes sociales por sus respuestas fuera de lugar a través de las reseñas de sus clientes. La cuenta de Twitter @soycamarero decidió compartirlas en la plataforma, y el tuit ya cuenta con más de 450.000 visualizaciones.
En el mensaje, el usuario compartía las capturas de las respuestas y añadía: "¿Os podéis creer que me dan ganas de ir a tomar algo a ese bar ya solo por curiosidad?". En dichas capturas, uno de los clientes que acudió al bar decía: "Si este hombre sabe lo que es educación, no la ejercita. Sieso, maleducado. A ver si la leche que se le agrió es culpable de su malafollá. Con ese carácter no se puede estar a cargo de un negocio. No volveré". A lo que el dueño le respondía: "Impresentable, maleducado, chorizo, sinvergüenza, no vaya usted a locales públicos, SINVERGÜENZA".
Otro comentario negativo que trasladó un comensal a las reseñas del local explicaba que "las camareras son pésimas, con un trato malísimo" y añadía que estaba "embarazada" y que se ha llevado un "mal rato" por haberle "faltado al respeto". El propietario replicaba a la mujer: "Como se puede ser tan sinvergüenza. Mentira cochina, a usted le atendieron sobradamente bien, lo que no cuenta es como se escoció al mostrarle la verdad y encima ni le cobraron ni nada. Usted es una amargada y una embustera, ala, y buen parto".
El usuario de Twitter publicó muchas más respuestas del dueño que se hicieron virales.
El tuit se volvió viral y se llenó de comentarios que agregaban más comentarios del propietario que eran "gloria bendita".