Que ningún jugador de La Liga de Fútbol Profesional en España haya salido del armario no significa que no haya jugadores homosexuales, sino que la homofobia que persiste en el deporte rey les resulta un muro infranqueable a la hora de vivir su sexualidad desde la libertad, algo contra lo que se ha propuesto luchar Borja Iglesias, delantero del Real Betis. Un estudio de las universidades de Córdoba y Sevilla, con datos de 2016, estima que existen unas 42.000 personas LGTB dentro del fútbol en España, 142 federados en ligas profesionales.
Se calcula que un 6% de la población europea pertenece al colectivo, pero en un deporte donde la grada sigue usando la palabra "maricón" como un insulto, están totalmente invisibilizados. Coincidiendo con la celebración del Orgullo durante este mes de junio, siendo el miércoles 28 de junio la fecha señalada con la bandera del arcoíris a nivel internacional, la agencia Mucho Bambú, en la que tiene participación Borja Iglesias, ha difundido una campaña para sensibilizar sobre la homofobia en el fútbol.
"Hola, soy Borja Iglesias y soy heterosexual", se le escucha decir a cámara al gallego antes de visualizar diversas portadas al respecto, con destacados titulares que provocarían un sinfín de mensajes de odio en las redes: "Hetero de mierda, fuera de mi equipo" o "qué vergüenza, menudo ejemplo para los niños", son algunos de los que lee la reportera Lolo García Serón mientras la confesión se coloca en lo alto de las tendencias de Twitter.
"¿Por qué lo otro sí?"
Fer González Gonzo anuncia una entrevista con Iglesias porque "ha recibido insultos por decir que le gustan las mujeres" y es el "primer jugador de La Liga en confesar su heterosexualidad", para escuchar después a Siro López lamentando que "estamos en 2023 y todavía hay gente que vive en la caverna", poniendo como ejemplo a un político que decía que "había que derogar la Ley de Matrimonio Heterosexual". Con esta ironía, Iglesias vuelve al plano y pregunta: "¿A que esto jamás pasaría? ¿Por qué lo otro sí?".
"El 2022 la cifra de agresiones contra la orientación sexual se ha incrementado un 70%, a mí no me agreden por ser heterosexual", ha añadido el futbolista, cuya participación en la campaña cobra una especial relevancia si tenemos en cuenta el episodio que sufrió con su compañero Aitor Ruibal, también del Real Betis. Los dos acudieron a una boda con sendos bolsos y recibieron una oleada de críticas homófobas al trascender las fotografías en redes. Ahora, al menos Twitter, se ha rendido a los pies del futbolista:
Como ocurre con el racismo, la homofobia también tiene que expulsarse de los campos de fútbol.