La cara B de todas las fiestas multitudinarias en España nos devuelve una imagen de la que nadie puede estar orgulloso. Calles llenas de basura que las brigadas de limpieza se afanan en despejar a contrarreloj, como ha ocurrido este fin de semana en Pamplona, en pleno auge de la fiesta de San Fermín. Aunque los Sanfermines son famosos por sus encierros, también supone un atractivo para todos aquellos que vayan buscando la fiesta nocturna y la programación de conciertos, sobre todo desde lugares cercanos como Euskadi, Aragón o La Rioja.

Miles de personas que desbordan la capital navarra y que los pamplonicas gestionan con paciencia y filosofía, aunque sin dejar de denunciar la suciedad, los malos olores y la basura acumulada en los lugares de mayor trasiego de gente. El tiktoker Bilal (@bilal_badek_22), con más de 38.500 seguidores en la red social, ha sido uno de los que han querido compartir una imagen menos conocida de los festejos de su ciudad.

El vídeo que ha compartido tras el auge festivo del fin de semana lleva más de un millón de reproducciones solo en TikTok y muestra el resultado de una noche de botellón en la céntrica plaza del Castillo: botellas, vasos, vidrio, plástico y todo tipo de basura tapan la superficie del espacio mientras confluyen los que están de mañaneo y los que han madrugado. En este lugar se celebran, además de los botellones, algunos de los conciertos más importantes y también está cercano a los bares de ocio nocturno.

La basura del botellón

No obstante, otros lugares que se han podido ver llenos de basura en las redes sociales son la explanada de Autobuses, donde los operarios de limpieza también se han tenido que esforzar, así como la plaza de los Fueros, una zona en la que este año se están celebrando sesiones de DJ que suponen igualmente un efecto llamada para el botellón. Además, las calles del casco viejo tampoco se libran y suelen ser las primeras en limpiarse por el paso de los encierros.

Entre los comentarios que ha suscitado el vídeo, muchos se han acordado de la labor de los servicios de limpieza, dándoles sus "máximos respetos para las brigadas, son los mejores" y valorando que "parece mentira que al punto de la mañana puedan dejar Pamplona impecable". Otros han lamentado que "no es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia" e incluso han versionado la famosa canción: "A Pamplona hemos de ir, con una escoba, con una escoba"

Además de destacar el cinismo de esa doble vara de medir que existe hoy en día ―"gracias a Dios que tomo mi helado con cucharita de madera y así salvo el planeta"―, han sido también muchos los que explican que se trata de algo común a todas las fiestas: "Nada que no ocurra en el resto de España, en festivales y fiestas grandes". Eso sí, hay quien avanza que no volverá: "Solo fui a Pamplona en fiestas y esto es lo que vi por la mañana después del encierro. Se me quitaron las ganas de volver".

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