La inmensa mayoría de españolas, salvo raras excepciones, ni se plantean que un hombre tenga la obligación de invitarlas en la primera cita y, si me apuras, nunca. Que sean ellos los que deban pagar la cuenta es algo que nos suena muy antiguo, teniendo en cuenta, entre otros factores, que normalmente unos y otras trabajan y cobran sus salarios. Sin embargo, el intercambio cultural que facilitan las redes sociales nos están enseñando que hay países, por ejemplo algunos de Sudamérica, en los que continúa vigente esa regla.
De hecho, la protagonista de nuestra siguiente historia no ha sido la única que se ha hecho viral en las últimas semanas al mostrar su sorpresa e indignación tras llegar a vivir a España y comprobar que cada uno se paga lo suyo como norma general. María Alejandra es una chica ecuatoriana que lleva varios meses viviendo en Madrid y cuenta con más de 101.600 seguidores en su cuenta de TikTok, con los que compartía el pasado mes de mayo dos vídeos que se han hecho muy virales estos días.
Más de 400.000 reproducciones constatan que las palabras de la joven han despertado el interés de los usuarios al relatar cómo se había sentido en su primera cita con un español cuando comprobó que el chico pedía pagar cada uno su propia consumición. "Tenía miedo porque me dijeron que los españoles son este tipo de hombre que te hacen pagar la cuenta y yo no estoy de acuerdo con eso", empieza explicando en un primer vídeo, asegurando que sus amigas se lo habían advertido.
"Un miserable"
Cuenta que conoció al chico por una aplicación, quedaron y ella se pidió un agua mientras lo esperaba: "Él se pidió una cerveza y empezamos a hablar, me cayó superbién, lo pasamos increíble (...). Cuando llega la cuenta, yo en mi cabeza dije 'no creo que me haga pagar la cuenta porque solo me pedí un agua' (...)", pero el chico pidió a la camarera que dividiera la cuantía y le cobrara a ella su consumición y él pagaría lo suyo. "Me quería morir, no podía creer que un hombre tan guapo sea tan miserable", sentencia.
Tenía que ser realmente guapo porque María Alejandra, aunque molesta, fue con él a otro sitio y continuó la historia en un segundo vídeo, dejando claro que "no estoy de acuerdo con eso de pagar 50 y 50". Desde las ocho de la tarde, recorrieron varios locales hasta las tres de la mañana y, muy a su pesar, "en todos me cobró, pagué la mitad. De hecho, hubo uno donde a mí me cobraron más y yo como: 'no entiendo por qué me cobra más si yo soy la mujer'", dice indignada, confesando que finalmente se besaron y pasó una noche muy agradable; no obstante, no quedará más con él por no invitarla ni ofrecerse a llevarla en moto a casa.
Entre ambos vídeos suman más de 3.000 comentarios, la mayoría de ellos de mujeres españolas criticando su postura. "Qué gran diferencia cultural, yo no necesito que nadie me pague nada, me siento más cómoda al 50%", "estoy superacostumbrada a pagar lo que consumo, para eso trabajo y si no hay dinero no salgo", "soy española y no quiero que ningún hombre me pague nada, cuenta a medias siempre", "¿por qué tiene que pagarla el hombre?", "cada uno se paga lo suyo, no sé cómo hay gente que exige que le paguen", "si va a más, pues un día invita uno y otro el otro", "no es cosa de hombres, es de lógica, no quiero que me invite un desconocido" y "creo que el choque cultural influye y aquí las chicas españolas no queremos a un chico que nos pague nada" son algunas de las observaciones que han hecho al discurso de María Alejandra.