"Había cenado bien y le dije a mi mujer, 'este pescado es digno del propio Jehová'. No sabía que eso era blasfemia", explica un reo en La vida de Brian. La secuencia de este detenido a punto de ser lapidado en esta película de los Monty Python muestra -con humor, blasfemando- lo que suponía hace siglo expresar una opinión sobre una creencia religiosa.
Por desgracia, en algunos países sigue siendo así ahora mismo. La incapacidad de hablar abiertamente sobre un Dios o algo sagrado sigue estando penado. A veces, con una sanción económica o algo más grave: la encarcelación o la pena de muerte. Todavía hay denuncias por este acto y episodios funestos como el de la matanza de Charlie Hebdo: el 7 de enero de 2015, dos encapuchados entraron en la redacción de este semanario satírico francés y asesinaron a 12 personas.
Este sábado, 30 de septiembre, se celebra el Día Internacional del Derecho a la Blasfemia. ¿Por qué? Pues con el objetivo de incentivar a los individuos a expresar de una forma abierta su postura hacia las distintas religiones que existen alrededor del mundo e incluso a despreciarlas.
El origen de esta celebración está en la publicación de caricaturas de Mahoma en el periódico danés Jyllands-Posten, el 30 de septiembre de 2005, que derivó en una gran polémica. A raíz del suceso en Dinamarca, otros medios de comunicación repitieron lo mismo en señal de apoyo, incrementando el enfado de los sectores radicales que defienden el islam. Hubo varios atentados terroristas en los que murieron más de 150 personas durante las protestas por el suceso en el mundo.
Según la Real Academia Española, este concepto viene de la palabra latina blasphemĭa, que significa "palabra injuriosa". También es un término empleado para ofender o insultar todo lo relacionado con la religión o aquello que se considera sagrado para los pueblos.
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El Día Internacional del Derecho a la Blasfemia fue proclamado por la Center for Inquiry, una organización estadounidense que promueve la ciencia, la razón y los valores humanistas. En una entrevista de USA Today a Justin Trottier, en coordinador de esta conmemoración en Toronto dijo: "No estamos tratando de ofender, pero si en el curso del diálogo y el debate, la gente se ofende, eso no es nuestro problema. No existe un derecho humano a no ser ofendido".
Desde entonces, se han realizado marchas en todo el mundo en el marco del Día de la Blasfemia. El primer informe anual de 2009 incluyó una exhibición de arte en Washington DC y un festival a favor de la libertad de expresión en Los Ángeles. El Día de la Blasfemia también ha sido ampliamente discutido a través de las redes sociales y cubierto por varios medios de comunicación. Algunos grupos escépticos han tomado esta fecha para luchar contra las leyes antiblasfemia y para llamar al librepensamiento.
Penas por blasfemar
En España se castigan las ofensas religiosas. El artículo 525 del Código Penal considera la blasfemia "escarnio" de "sentimientos" religiosos, "dogmas", "creencias" o "ritos o ceremonias". Esta extensión a "dogmas" y "creencias" lo hace bastante cercano a una ley de blasfemia en la práctica, dependiendo de la interpretación del juez. También se penaliza en otros países europeos como Alemania, Austria, Finlandia, Italia, Liechtenstein, Suiza, Croacia, República Checa, Grecia, Lituania, Polonia, Portugal, Rusia, Irlanda o Ucrania, en casi todos los casos a través de multas.
Y en otros países, la blasfemia se castiga con sentencias muy duras, como condenas de prisión en países como Irán, Nigeria o Yemen. Y que llegan a la pena de muerte, como en Afganistán, Pakistán y Arabia Saudí. Seis estados de EEUU (Massachusetts, Míchigan, Carolina del Sur, Oklahoma, Pensilvania y Wyoming) todavía tienen leyes contra la blasfemia en su legislación, a pesar de que en muy raras ocasiones son aplicadas. Por el contrario, existen naciones como Países Bajos que han despenalizado totalmente la blasfemia.