El contacto de los animales salvajes con los humanos ha ido perfilando su carácter bajo la máxima de la supervivencia. Si de repente abarrotamos sus espacios con hordas de turistas, seguramente desarrollen ciertas técnicas para dejarnos claro quiénes son los que mandan. La imitación, en el caso de los simios, no deja lugar a dudas y se presenta como una escala más de la evolución, dejándonos ejemplos tan hilarantes como el de los monos chantajistas de Bali que roban todo tipo de objetos y después piden rescates.
El último vídeo viral al respecto tenemos que situarlo en el templo de Uluwatu, una edificación que se levanta entre acantilados en el mar hindú balinés, al sur de Kuta. Un lugar muy turístico que está dedicado a Rudra y ya en la reseña que encontramos en Wikipedia advierten de que está habitado por decenas de monos de la especie Macaca fascicularis, el macaco cangrejero, "que son conocidos por molestar y arrebatar las pertenencias de los visitantes".
Añaden además que "por lo general, se les puede persuadir para que devuelvan lo robado ofreciéndoles frutas, nueces o dulces, aunque esto solo los alienta a robar más". Esto es exactamente lo que le sucedió a una mujer que paseaba por el templo y vio cómo uno de los macacos le robaba el móvil. El vídeo ha sido publicado por la empresa de viajes Bali Top Holiday Tour & Travel y muestra cómo la turista tuvo que negociar con el animal.
Un teléfono por dos frutas
Primeramente, le sacó algunos objetos de su bolso, pero el mono no mostró apenas interés en ellos, teniendo que rebuscar más hasta alcanzar una pieza de fruta. El macaco sí la cogió, pero tampoco soltaba el teléfono hasta que le ofreció un segundo fruto. Solo así, intercambiando dos, le devolvió el móvil a su dueña. "Sorprendidos nuevamente por una transacción, ligeramente negociable", bromean los autores del vídeo:
Las imágenes se han hecho virales en España gracias a la publicación del meteorólogo Mario Picazo, destacando que "los animales parece que han aprendido bien el valor que tiene el teléfono móvil para los humanos", apreciando que en este caso lo intercambió por "dos exquisitas piezas de fruta", algo que demuestra "el sistema de trueque en estado puro":
Basta con echar un vistazo a reseñas del mismo templo para que aparezcan más historias de los monos, como la de una española que aconseja tener mucho cuidado con ellos en TripAdvisor porque "vi a una chica tomándose un selfie y un mono vino por atrás y le robó el móvil, menos mal que un cuidador estaba cerca y lo siguió, le dio algo a cambio y regresó con el teléfono, pidiéndole una propina a la mujer".
Existe un estudio científico de diversas universidades publicado en 2017 que después de haber estudiado a los primates del templo han recopilado información suficiente como para sugerir que han estado aprendiendo el comportamiento de trueque y lo tienen asimilado. Esta conducta se transmite de padres a hijos y los nuevos grupos de monos macacos introducidos en el área se adaptan rápidamente y aprenden esta nueva habilidad.