Aunque la mayoría de los extranjeros que escogen España para vivir se hacen virales cuando hablan de las maravillas de la vida española, de vez en cuando también es positivo que nos pongan un poco las pilas y esta vez el vídeo que nos ocupa enumera las cinco cosas que no le gustan de nosotros a un argentino que vive en la provincia de Málaga. Con más de 44.000 seguidores en TikTok, Sasha Crivelli suele compartir contenido muy útil para las personas que están pensando en venirse a nuestro país.
"Estas son las cinco cosas que no me gustan de España", dice al comienzo, abordando de primera que no hay "maxi quioscos", un negocio típico de Argentina en el que puedes comprar "sándwiches de milanesa, preservativos, empanadas, papitas, alcohol, cigarrillos y hasta medicamentos". Explica que quizás no existe en la zona en la que vive y sí en otros lugares, puesto que Benalmádena no es una gran ciudad, pero se queja en segundo lugar de que no hay tiendas abiertas después de la medianoche.
"No hay tiendas abiertas hasta las dos de la mañana y donde yo vivía en Argentina había uno de esos maxi quioscos abierto 24 horas", recuerda. En tercer lugar, alude también a otro servicio que sí existe en lugares más grandes: "El transporte público se termina muy temprano", critica, poniendo como ejemplo que el tren allí acaba a las 23:30 y el autobús a la una de la madrugada. "Si querés salir o tomar algo un rato, no podés", insiste.
"El helado es carísimo"
La cuarta cosa que no le gusta de España es que "el helado es muy caro" y "tienes que terminar yendo a comprar el helado del supermercado, pero yo quiero comer del bueno y es carísimo", mientras la quinta y última también tiene que ver con los precios: "La carne cuesta el doble que el cerdo o el pollo", lamenta, preguntándose por qué es tan cara y quejándose de que el churrasco cuesta mucho más que una pechuga:
Unos cuantos vídeos después también grabó otro con sus cinco cosas favoritas. Dijo entonces Sasha que le alucinaba que las sillas y las mesas de una terraza quedasen en la calle de un día para otro, que los perros estaban muy bien cuidados e iban atados por la calle, que teníamos mucho respeto por la libertad sexual de cada uno, que cundía mucho más el salario y que hay al menos dos épocas de rebajas al año.