Precisamente, en un tiempo en el que son muchos los que defienden la reducción de la jornada laboral de 40 horas semanales, una joven tiktoker estadounidense se ha hecho muy viral al quejarse de que sus ocho horas, más el tiempo que tarda en llegar a su trabajo, no le dejan tiempo para quedar con amigos, tener una cita o cocinar saludable. Su vídeo en la red social acumula millones de reproducciones y ha provocado un debate en las redes.

Brielle Asero tiene 21 años y más de 146.000 seguidores en TikTok. El pasado mes de mayo se graduó con la Universidad de Carolina del Sur un año antes que el resto de su clase para reducir gastos y lleva ya un tiempo trabajando en Manhattan, por lo que se ha mudado a Nueva Jersey y vive con un amigo de su familia, ha explicado a la revista Rolling Stone. Sin embargo, lejos de encontrarse al fin disfrutando de la vida adulta, la joven se lamenta de que no es capaz de disfrutar a diario por trabajar de 9:00 a 17:00 horas.

"Probablemente estoy siendo dramática y molesta, pero este es mi primer trabajo, tengo que estar presencialmente, estoy viajando a la ciudad y me lleva una jodida eternidad llegar allí", explicaba en TikTok muy afectada. Asegura que no se puede permitir el "lujo" de vivir en Nueva York, así que debe coger un tren a las 7:30 horas y regresa a casa a las 18:15 horas como pronto: "No tengo tiempo para hacer nada", reconoce, por el cansancio acumulado que le suponen casi 12 horas fuera.

"Es una locura"

"Quiero ducharme, cenar e ir a dormir. No tengo tiempo ni energía para cocinar, como cualquier cosa. No tengo energía para hacer ejercicio", alega, asegurando que su horario de trabajo "es una locura" si tienes que ir a la oficina. Con todo, reconoce que "sé que podría estar peor, trabajando más tiempo", pero también se pregunta cómo podrá tener tiempo para quedar con los amigos o tener una cita con un chico:

El vídeo de la joven se ha reproducido ya más de 3,2 millones de veces en TikTok y ha generado opiniones encontradas: entre los que defienden que tiene razón en su argumento y trabajamos demasiado y aquellos que la han atacado por ser de la "generación de cristal". Brielle se ha defendido en la revista de las acusaciones, insistiendo en que solo pretendía desahogarse y no ve justo que sus palabras se saquen de contexto para criticar a Generación Z y dejarlos como unos vagos cuando no es cierto.

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