Para muchas personas, estar en el Libro Guinness de los Récords es toda una hazaña. No para Christian López, el español que más veces ha estampado su nombre en dicho libro. Porque no lo ha hecho ni una, ni dos, ni tres veces, sino que ha llegado a la friolera de 126 récords.
Todo arrancó en 2017. Entonces, ese primer récord consistió en subir escaleras durante una hora. A partir de ese momento, “ha sido un auténtico no parar”, afirma este toledano de 35 años que dedica entre cuatro y cinco horas diarias a entrenar las pruebas que pretende superar.
¿Cuál será su próximo reto? Su siguiente desafió, que ya tiene anotado en su agenda, es el de los 10 kilómetros corriendo hacia atrás, o los 50 metros más rápidos con la mayor pendiente (del 40% o superior).
Las pruebas más duras
Nacido en la localidad toledana de Cabañas de la Sagra, se ha mostrado “muy contento” por ampliar su gama de récords. Y ha incidido en que su intención es la de seguir batiendo marcas. Su razón de ser estriba no en el simple hecho de batir las marcas, sino una forma de superación personal ya que padece diabetes tipo 1 desde la temprana edad de 12 años.
De todos los récords, el más difícil, según ha confesado, fue el de estar una semana subiendo y bajando escalones. Así ha quedado reflejado en la 70 edición del libro Guinness, correspondiente a la edición de 2024, y que en conjunto recoge 28 récords ‘made in Spain’. “Para mí es el mayor reconocimiento, porque el hecho de tener diabetes tipo 1 y lograr este tipo de cosas me hace sentirme súper orgulloso”, ha afirmado completamente orgulloso.
Las últimas marcas que ha batido
De esos 126 récords, los tres últimos tienen ‘nombre propio’: la milla más rápida botando un balón de baloncesto, la milla con esposas metálicas en las muñecas y la milla botando una pelota de tenis de mesa con una pala.
En concreto, Christian López batió el anterior récord de la milla más rápida botando un balón de baloncesto: cuatro minutos y 28 segundos. La nueva marca, fijada por el toledano, está en cuatro minutos y 23 segundos.
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Éste es un reto "de gran complejidad" porque conlleva no sólo el movimiento de piernas, sino también saberlo compaginar con el movimiento de brazos y del tronco, ha explicado López, Y ha matizado la parte más complicada: el hecho de correr por las curvas de una pista de atletismo en la que, "a la mínima, el balón se puede ir hacia un lado o hacia otro".
Otro de los últimos récords validados por la organización ha sido el de la milla con esposas metálicas, cuya marca estaba en cuatro minutos y 51 segundos. Christian López la ha bajado a cuatro minutos y 31 segundos. “He dejado el listón lo más alto posible, lo más alto que he podido y por ello estoy también muy contento”, ha manifestado.
El último de estos tres últimos récords ha sido muy complejo: consistía en botar una pelota de tenis de mesa con la pala mientras corría. El día que lo realizó, recuerda, “hacía bastante aire y la pelota corría el riesgo de caerse al suelo”.
Sin embargo, ha señalado que se mantuvo "firme" y al final dejó la marca en seis minutos y cuatro segundos. Unos pocos segundos, ya que el anterior estaba establecido en seis minutos y 12 segundos.