El primer trabajo de 'récord' de Carme se hace viral más de 20 años después: "Lo recuerdo"

En la red social X se suceden los juegos entre tuiteros y cada semana hay una tendencia distinta, sin que tengan nada que ver con los estúpidos retos que se ven en otras redes sociales. Aquí es algo más de reírse, de compartir algún rasgo de la personalidad de uno o, como es el caso, de publicar recuerdos. En estos días son muchos los que se han unido a la cadena que anima a poner un gif que represente el primer empleo que se ha tenido, abriendo un baúl en el que nuestra protagonista creemos que ha sorprendido a muchos.

En su caso, tenía 19 años cuando la llamaron para participar en una iniciativa publicitaria de Fairy que se convirtió en un récord. La mayoría recordamos los míticos anuncios de "el milagro antigrasa" en los que dos pueblos, Villarriba y Villabajo se enfrentaban durante las fiestas. Hacían una comida popular multitudinaria y después se ponían a fregar, pero los segundos siempre tardaban muchísimo más y frotaban a conciencia, mientras los primeros tenían el famoso lavavajillas consigo que les permitía acabar más rápido.

Esta idea caló en la sociedad española y pasó a su imaginario colectivo, pero Procter & Gamble quisieron dar un paso más y meterse en el Guinness. Fue en 2001 cuando se propusieron elaborar la paella más grande del mundo y fregarlo todo con solo una botella de Fairy. Contaron para ello con el cocinero valenciano Antonio Galbis, que ya tenía experiencia y había hecho una para 100.000 personas en Valencia, además de centenares de personas del equipo, entre ellas Carme.

"El récord fue real"

"Hoy la pregunta es cuál fue vuestro primer trabajo en gif", ha escrito este martes la tuitera, explicando que "no hay gif para mi primer trabajo, pero hay una foto". Compartiendo una de las instantáneas de aquella jornada, ha relatado que trabajó en el "anuncio récord de Fairy, se hizo la paella más grande que vi nunca y el récord fue real: se dio de comer a 110.000 personas y se fregó todo con un bote":

El madrileño barrio de Moratalaz albergó la hazaña y hasta allí se trasladó por piezas la paellera gigante, de 21,5 metros de diámetro. Fueron 80 cocineros los que hicieron falta, elaborando 6.000 kilos de arroz, 5.500 kilos de verdura, 12.500 kilos de carne, 195 kilos de sal, 28 kilos de especias, 1 kilo de azafrán en flor, 15.000 litros de agua, 1.100 litros de aceite y 30 toneladas de leña. En efecto, como decía Carme, alimentó a 110.000 personas y como era previsible su recuerdo está siendo de lo más comentado:

Además, Carme ha ido contestando a preguntas que le han formulado los tuiteros más curiosos, precisando que la paella sí estaba buena y contando lo que ella tenía que hacer. "Mi trabajo era posar para el anuncio a primera hora en las mesas, luego durante el día yo enjuagaba platos que me pasaba otra chica recién fregados, con agua fría, y los ponía en la mesa para el récord", ha explicado, confirmando que "era solo un bote, mesas con barreños de agua templada para lavar y otro fría para enjuagar, cuando estaba el agua sucia se cambiaba y echaban un poquito de Fairy con una jeringuilla para medir la cantidad, testigos y un notario".