Natalia Osona es, considerada en la red, una de las influencers más polémicas de la actualidad. Sus seguidores —y aquellos que no la siguen— están pendientes de todas sus hazañas, para ver de dónde pueden sacar una nueva disputa que recorra todas las plataformas.
[Quién es Alba Moreno, la 'influencer' española que enseña a sus seguidores todo sobre la física]
Además de formar parte del grupo de youtubers y creadores de contenido que se mudaron a Andorra, también ha protagonizado polémicas variadas como el sorteo de unas entradas que no se podían vender o sus diferencias públicas con María Pombo.
Es cierto que no es sencillo triunfar como creadora de contenido, siempre estás en el punto de mira y debes tener mucho más tacto a la hora de comunicar las cosas, además de una dedicación y esfuerzo a todas tus redes sociales.
De eso, Natalia Osona sí puede presumir. Con un millón de seguidores en Instagram, la influencer ha podido construir su comunidad poco a poco, que estuvieron con ella desde el principio.
Sin embargo, a pesar de que las redes sociales sean el trabajo de Osona, muchas otras veces parecen ser su peor enemigo. Esta última, incluso alejada de su país natal.
Tanto ella como su pareja, Diego Sanchís, están visitando la capital y la ciudad más importante de los Emiratos Árabes Unidos, Abu Dabi. Con sus numerosos rascacielos, es uno de los lugares que ocupa el primer puesto de la lista de destinos para muchas personas.
Por su puesto, en un lugar como ese, no te puedes ir sin visitar sus sitios más emblemáticos como la mezquita Sheikh Zayed. Y mucho menos, si eres una creadora de contenido que ya tiene en mente las fantásticas fotografías que pueden salir.
Tal y como pasa en todos los países, uno tiene que adaptarse a sus culturas y religiones. Y así ha hecho Natalia Osona, sin embargo, la vestimenta elegida y sus comentarios —y los de su pareja— han causado revuelo en las redes.
@nataliaosona Un GRWM un poco diferente jaja 🤪 #grwm #visteteconmigo #abudhabi #abudhabi ♬ sonido original - Natalia Osona
"GRWM versión Mezquita" es como ha nombrado ella al TikTok que está recorriendo todas las redes sociales. En él, la creadora de contenido explica que se quería poner un vestido, pero que no la dejaron por la apertura que tenía en la parte de atrás.
"¿Os lo podéis creer?", exclama la influencer en su vídeo. Y cuando sus seguidores pensaron que no podía ponerse peor, interviene su pareja: "Habibi, es que vas provocando, habibi", exclama en tono humorístico y tratando de 'imitar el acento'.
"Me tuve que comprar el traje típico", explica Natalia Osona mientras comienza a vestirse. "Bueno, gente, pues este es mi superlook y este es mi súper habibi, ¿qué os parece?".
La influencer acudió a la Mezquita con su nuevo atuendo, y subió las fotos que se hizo en 'uno de los lugares más bellos del mundo' bajo el título: "No hay mejor forma de conocer una cultura que vivirla".
Tanto el vídeo, los comentarios como la forma de referirse a 'la cultura' han sido los que han llamado la atención a sus seguidores, que no han dudado en manifestarse al respecto.
Algunos de los comentarios en el vídeo de TikTok e Instagram.
Natalia Osona, de recibir una beca de Harvard a influencer
Natalia Osona lleva una década en redes sociales, pero en un principio ella quería dedicarse al mundo del derecho. Incluso, la influencer fue becada por Harvard a través de uno de los despachos más importantes de España.
Un curso exclusivo que hizo en España, pero que también hacían hijos de presidentes de otros países, según explica en el pódcast Las Uñas. Sin embargo, según ha explicado en redes en diversas ocasiones, una enfermedad la inhabilitó durante mucho tiempo.
@soysindytakanashi Ya tenéis disponible la entrevista de @Natalia Osona en @ATRESplayer ♬ sonido original - sindy Takanashi
Harta de ocultarlo, comenzó a contar por redes cuál era su situación actual, lo que le ayudaba a desahogarse y poco a poco comenzó a ganar seguidores. Visibilizó su enfermedad y aquellos que la seguían la apoyaban en el proceso.
En 2014, Natalia Osona se hizo más famosa gracias a su marca de ropa: Glowrias. Con ella, se dirigió a un público más amplio y ya no solo la conocían por creadora de contenido, también por una empresaria exitosa.
La madrileña ha sabido llevar sus redes sociales y la empresa a la vez, compaginando incluso ambas. Gracias a su posición en redes, también ha participado en grandes proyectos y ha colaborado con marcas como embajadora.