Las espeluznantes imágenes de las calles de Cuba tras varias décadas de comunismo

Cuba y su capital, La Habana, han sido testigo de una serie de cambios notables en las últimas tres décadas bajo el régimen comunista y dictatorial. Desde la Revolución de 1959, el país ha experimentado un giro político, económico y social que ha dejado una marca negativa, y que ha ido a peor con el paso de los años, en su entorno y en la vida de sus ciudadanos.

Cuando Fidel Castro ascendió al poder en 1959, Cuba y sus calles eran espléndidas y lucían en un perfecto estado. La ciudad estaba impregnada de estructuras coloniales, mansiones y complejos hoteleros de alta gama, consolidándola como un destino turístico de renombre internacional. No obstante, con el transcurrir del tiempo, la "Revolución Cubana" introdujo una serie de reformas y transformaciones que alteraron radicalmente el panorama del país, que tenía un futuro prometedor por delante.

En las décadas siguientes, Cuba se convirtió en un país casi se podría decir dependiente de la asistencia económica de la Unión Soviética, y Cuba reflejó esta interdependencia en su infraestructura y economía. La ciudad atravesó un periodo de estancamiento financiero y, con el colapso de la URSS en la década de 1990, Cuba enfrentó una crisis económica denominada el "Período Especial", que tuvo repercusiones significativas en el bienestar de los cubanos.

Hoy en día, Cuba persiste como un país lleno de historia y cultura, con muchísimos turistas visitando el país, pero con un estado de las calles que no es digno de la historia del mismo y, sobre todo, que parece ir a peor. Las infraestructuras coloniales y las calles adoquinadas del casco histórico de la capital, conocido como La Habana Vieja, han sido reconocidos como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO y han sido restaurados en su mayoría. Estos sitios históricos atraen a viajeros de todo el mundo que acuden a contemplar la arquitectura y la valiosa herencia cultural de la capital y del país en general.

Es por ello por lo que Cuba encara desafíos considerables y que no serán nada sencillos. La infraestructura urbana ha padecido años de desgaste por la carencia de inversión. Muchos de los edificios históricos demandan reparaciones urgentes, y la insuficiencia de recursos ha generado escasez de viviendas y servicios esenciales para la población. Aunque la economía cubana ha experimentado ciertas reformas limitadas en los últimos tiempos, sigue estando regulada por el Estado y combate contra muchos obstáculos para su expansión.