La fuerza de agarre permite predecir la fuerza general y resistencia muscular de una persona. Así lo confirman los expertos en salud y varios estudios científicos, como el publicado por la revista The Journal of Strength and Conditioning Research. Estas evaluaciones demuestran que la fuerza de agarre de las manos es uno de los mayores predictores de cómo será la calidad de vida de una persona y, además, también es capaz de revelar qué enfermedades podríamos desarrollar en un futuro.
La fuerza de agarre es la capacidad que tiene una persona de sostener, apretar y aguantar cualquier objeto con la mano. Es muy importante ejercitarla, puesto que varios expertos afirman que esta es un buen índice de salud: en personas mayores puede constituir un factor predictivo de la discapacidad, puesto que evalúa su fragilidad. Además, existen estudios recientes que explican que la capacidad que tienen los niños de utilizar las manos y la fuerza de estas puede llegar a revelar si en un futuro desarrollarán ciertas enfermedades, como la diabetes. También es capaz de revelar nuestra densidad ósea, la depresión y los problemas de sueño.
Por ello, tener una buena fuerza de agarre mejorará tu calidad de vida. Aparte, proporciona múltiples ventajas, como el incremento de la resistencia, el aumento de rendimiento y la prevención de lesiones. Esta, como índice de salud, está relacionada con varios factores como la sarcopenia, que se caracteriza por la pérdida de masa y fuerza de los músculos en las personas adultas, llegando a alcanzar el 50 por ciento de pérdida entre los 80 y 90 años. Tener una fuerza de agarre débil es también síntoma de una vida sedentaria.
[El síntoma común que suele pasar desapercibido pero se vincula con la llegada del alzhéimer]
Todo nuestro cuerpo está conectado, por lo que si nuestro tronco y nuestros brazos carecen de fuerza por falta de ejercicio, seguramente nuestras manos tampoco tengan la energía suficiente para ejecutar ciertas actividades más pequeñas y cotidianas. Por ello, esto no significa que haya que ejercitar únicamente las manos y poner más peso en ellas. La situación es mucho más compleja. Los expertos expresan que el problema yace, realmente, en la debilidad, que es la ausencia de fuerza de una persona.
Por ello, hay que dar importancia, sobre todo, a los ejercicios de fuerza para luchar con la sarcopenia. Una buena actividad es colgarse de una barra, ya que implica la fuerza necesaria al tratarse de un estiramiento y tener que mantener esa postura durante un tiempo.
Ahora bien, ¿qué se considera tener una buena fuerza de agarre? Esta se mide con un dinamómetro que muestra nuestra fuerza en kilogramos. La media, aunque hay que tener en cuenta que esta es relativa puesto que no tienen en cuenta la edad, está en 50 kilos en los hombres y 30 kilos en las mujeres.