Seguramente lo hayas sospechado en alguna ocasión. Cuando eres feliz sientes que tu salud mejora. ¿Te ha pasado alguna vez? Pues tienes que saber que no son cosas tuyas, la ciencia está detrás de esta relación. Y es que la felicidad contribuye a nuestra salud física y mental al reducir el estrés, mejorar el sistema inmunológico y fomentar hábitos saludables. Además, las personas felices tienden a tener relaciones sociales más sólidas y una mayor resiliencia, lo que potencia su capacidad para enfrentar adversidades.

Todo tiene una explicación. Cuando somos felices, nuestro cerebro libera neurotransmisores como dopamina, serotonina y endorfinas, que son químicos que mejoran nuestro estado de ánimo y bienestar. De hecho, cada uno de ellos tiene asignada una función. Por ejemplo, la dopamina se asocia con la recompensa y el placer, la serotonina regula el ánimo y el sueño, y las endorfinas actúan como analgésicos naturales, reduciendo el dolor y el estrés. Todo ello unido propicia una sensación general de felicidad.

Teniendo todo esto en cuenta, ¿sabes qué hábito cotidiano es recomendado por todos los expertos para alzanzar la felicidad plena y tiene grandes beneficios para tu salud mental y tu bienestar general? La respuesta la tienes en la imagen de debajo.

El poder de los abrazos

Los abrazos

Efectivamente, hablamos del incalculable poder de un buen abrazo. Los psicólogos afirman que este acto tan entrañable es una inmejorable forma de fomentar el contacto físico, tan importante siempre a la hora de sentirse querido.

¿Y qué es lo que sucede en nuestro cuerpo cuando nos abrazamos con un ser querido? resumiéndolo y simplificándolo mucho, que las hormonas de la felicidad se liberan, entre otras cosas gracias a la liberación de oxitocina, que además de mejorar el estado de ánimo ayuda a reducir los niveles de estrés y ansiedad y reduce los síntomas de la depresión.

Pero hay más, al abrazar aumentamos la producción de glóbulos blancos, fortaleciendo así el sistema inmunológico y ayudando en la prevención de enfermedades, además de reducir la presión arterial, lo que disminuye el riesgo de enfermedades cardíacas.

Pero es que además tenemos que contemplar la labor de los abrazos a la hora de fomentar la empatía y la conexión emocional con nuestros seres queridos, con el impacto positivo que ello conlleva en nuestra salud mental y emocional.

En definitiva, este hábito cotidiano que no cuesta nada y sus beneficios son enormes, por lo que deberías empezar a incluirlo en tu rutina diaria si quieres ser una persona plenamente feliz y mucho más sana.