Son las redes sociales, por definicón, un espacio alejado del entendimiento, el diálogo sosegado y los buenos modales entre desconocidos. Sin embargo, hay un tema que parece hermanar a todos los usuarios sin importar su clase o ideología, y en el que los asiduos de las redes se sienten todos unidos en su firme propósito. Nos referimos al odio generalizado hacia los infliuencers.

La última víctima de tal animadversión ha sido la tiktoker Nieves Felipo, quien compartía en su perfil de TikTok un vídeo que está dando muchísimo que hablar. En este caso, esta joven valenciana valoraba su experiencia en el madrileño y lujoso restaurante Pilar Akaneya, y hacía especial hincapié en uno de sus platos estrellas, el melón.

Sólo que el de este restaurante cuenta con una curiosa particularidad, es el melón más caro del mundo. "Se llama crown melón y lo sirven como postre en el menú de 139 euros de Pilar Akaneya", afirma la joven creadora de contenido en el inicio de su polémico vídeo.

"Además de ser el más caro, también es el más mimado. De un árbol cortan todos los melones y dejan sólo uno para que se lleve todos los nutrientes, y durante su vida lo van masajeando para que el dulzor se reparta bien", continúa diciendo Felipo para incredulidad de unos seguidores que no se acaban de creer que la influencer acabe de decir que el melón en cuestión crezca en un árbol.

Pero el pasmo ante cada palabra de la tiktoker va a más, especialmente cuando hace referencia al precio que puede alcanzar tan valiosa fruta. "Pueden llegar a costar hasta 200 euros la pieza, no sé si lo vale pero está muy dulce y muy jugoso", concluye.

El vídeo ha corrido como la pólvora, como bien reflejan sus alucinantes datos. El melón más caro del mundo cuenta con casi tres millones de reproducciones y más de 170.000 interacciones, la inmensa mayoría de ellas riéndose de la creadora de contenido. "Adoro cuando timan a los ricos", reza uno de los comentarios con más likes. "Quiero abrazar al que se le ocurrió esa estafa", comenta otro.

Aunque sin duda, la afirmación sobre el proceso de nacimiento y los cuidados que experimenta la pieza han sido los aspectos que más han llamado la atención. "Es tan caro porque es el único melón que crece de un árbol", ironizaba un usuario. "Soy jardinero y juro que no masajeamos nada", se justificaba otro.