El pasado martes 10 de septiembre Gibraltar celebró su "National Day", es decir, el día de su independencia de España. La efeméride responde concretamente al 10 de septiembre de 1967, fecha que conmemora el primer referéndum sobre la soberanía gibraltareña, en el que se preguntó a la ciudadanía si deseaban cambiar su forma gobierno bajo la soberanía española o mantener su permanencia a la administración británica pero con unas instituciones propias, como finalmente optaron con el 99,9% de los votos.
En este contexto, la cuenta de TikTok Área Campo de Gibraltar, que comparte contenido relacionado con la actualidad del Peñón, subía a sus redes un simpático vídeo de los "llanitos" celebrando este aniversario. A pesar del entorno festivo que refleja, el clip ha sido objeto de alguna controversia en redes sociales por parte de aquellos que no aceptan que Gibraltar no sea español.
"Yo nací aquí y aquí me muero, que nadie me lo quite porque le doy un bastonazo", le confesaba una anciana al reportero gibraltareño que estaba cubriendo la noticia, mientras amagaba con su bastón, por si alguno se pensaba que sus palabras no iban en serio.
"Estamos muy contentos celebrando nuestra independencia. Queremos seguir siendo lo que somos, y somos llanitos", confesaba otra ciudadana, esta mucho menos exaltada que la anterior. "Hoy es el día de no ser españoles. Bueno eso todos los días, pero este más todavía", reconocía un tercero.
Sin embargo, algunos usuarios han lamentado estas imágenes y declaraciones procedentes del país vecino. Algunos, incluso, han llegado a ridiculizar a los gibraltareños por su acento andaluz. "¿Cómo vas a decir "somos británicos" con el acentazo andaluz de camarera de Bodeguitas Antonio Romero?", se preguntaba con cierto tufo clasista un tuitero.
Menos mal que entre tanto odio alguien ponía algo de cordura. "Nosotros somos británicos, pero antes de nada somos gibraltareños que amamos España. Mi madre es española y a mí me corre la sangre española, pero yo soy de Gibraltar, yo soy llanita, y muy orgullosa de serlo, y no quiero que nadie me lo quite", reconocía una gibraltareña.