En lo que llevamos de 2016, sólo en Madrid se han registrado 109 agresiones homófobas contra gays, lesbianas o transexuales. Teniendo en cuenta que muchos casos nunca llegan a ser contabilizados, las cifras totales son probablemente mucho más abultadas. Son agresiones que se producen en la calle y a plena luz del día o a altas horas de la madrugada a la salida de una discoteca. Acompañadas de gritos de "maricón", "bollera" y "travelo" o palizas hasta perder el conocimiento. O ambas cosas a la vez. En el centro de la capital -la mayoría de los casos- o en distritos fuera de la almendra central de la ciudad. De esas 109 víctimas, sólo 17 se atrevieron finalmente a interponer una denuncia. Es decir: un 16% de los agredidos.
Se trata de una agresión cada 48 horas, según los datos que publica la asociación LGTB Arcópoli de Madrid cuando se produce uno de los ataques y que han sido recopilados por EL ESPAÑOL. Las cifras revelan que cada vez son más las víctimas que se atreven a acudir a colectivos que luchan contra este tipo de delitos de odio. Sin embargo, tras recibir asesoramiento legal y psicológico, no se atreven a dar el paso final de acudir a una comisaría de Policía para denunciar.
"No se denuncia porque tenemos interiorizado que es 'lo normal', que no es importante. Salvo que sea una agresión física muy grave, la aceptamos. Esa es la primera causa por la que no se denuncia, aunque no la única", explican a este diario desde Arcópoli.
Desde la asociación consideran que las barreras que existen actualmente, incluso en grandes capitales como Madrid y Barcelona, como "la lejanía del colectivo policial con las personas LGTB y la sensación de impunidad" son las culpables de estas grandes diferencias entre aquellos que interponen demanda y los que no. "Hay que luchar profundamente" contra esas lacras, reclaman.
Los transexuales agredidos en Madrid son los que más denuncian frente a gays y lesbianas. Hasta hoy, un 31% de aquellos que sufrieron insultos o palizas han ido a la comisaría. Sólo un 13,4% de los gays presentaron una denuncia. De las 12 lesbianas objeto de una agresión, tan solo denunció una.
"Hay que trabajar en la accesibilidad de la Policía, establecer cauces directos de colaboración, servicios específicos de atención a los delitos de odio y mucha más formación", reclaman desde la asociación. Sólo así se logrará revertir la estadística, defienden.
"La Policía está avanzando, pero por ahora el alcance es insuficiente. Es cierto que están realizando grandes progresos pero acudir a una comisaría por un ataque homófobo aún sigue dando miedo a las víctimas", concluyen desde Arcópoli.