"El gobierno autonómico de los últimos años -PP- ha sido muy hostil al uso social del catalán. (...) El cambio de gobierno autonómico de 2015 -PSOE con Podemos y MÉS- abre una nueva etapa esperanzadora en el uso público y fomento del catalán en las islas". Esta es una de las valoraciones políticas que se encuentran en los libros de texto de Lengua y literatura catalana (editorial Casals) utilizados en segundo de bachillerato en varios institutos y colegios de Baleares.
Esta asignatura es cursada por todos los estudiantes de bachillerato de Baleares, ya que es una de las troncales. La edición ha sido actualizada para este curso e incluye referencias al cambio en el Gobierno autonómico. "El contenido ideológico y político del libro de texto es inadmisible", apunta Jorge Campos, presidente de la Fundación Círculo Balear (FNCB).
Aviso de los jóvenes
Han sido algunos chavales que cursan bachillerato y que tendrán que estudiar la materia de este libro los que han denunciado a Círculo Balear el contenido político de sus manuales de Lengua y Literatura catalana, impactados por el propio contenido.
La fundación, que ha analizado los manuales, denuncia la "intensificación del adoctrinamiento político pancatalanista" en las aulas a través de estos libros, que hablan de los "países catalanes" y de que el catalán es "la única lengua europea sin Estado propio que consigue significarse en Twitter".
"Es intolerable que a los alumnos de Baleares se les adoctrine en el pancatalanismo, con una historia falsa, con conceptos anticonstitucionales", denuncia Campos, que asegura que "siempre ha habido un sector de la docencia que ha utilizado las clases para adoctrinar, pero nunca había sido tan descarado". Asimismo, apunta que estos manuales "no hacen referencia alguna a la lengua y cultura balear".
"La oposición parlamentaria debería utilizar todos los instrumentos legales a su alcance para evitarlo, y los padres denunciar sistemáticamente estas situaciones", insiste.
Política lingüística en Baleares
La polémica por el catalán en Baleares no está centrada solo en los libros de texto. A comienzos de julio, el gobierno balear, presidido por la socialista Francina Armengol (con los nacionalistas de Més y el apoyo externo de Podemos), promovió y aprobó un nuevo plan de política lingüística (2016-2021) con 136 medidas para fomentar el uso del catalán en todos los ámbitos en Baleares.
La directora de Política Lingüística del gobierno balear, Marta Fuxà, analizó situaciones en que los ciudadanos de las Islas Baleares "no pueden utilizar el catalán sin un coste añadido" e hizo una propuesta de "intervención estructurada" a partir de cinco derechos lingüísticos: derecho de acceder al conocimiento de la lengua catalana; a utilizar el catalán en el ámbito de ocio; en el ámbito asistencial y sanitario; en las relaciones comerciales; en el ámbito de los servicios y en el ámbito comunicativo. La oposición centró sus críticas en una "futura ley para garantizar el uso del catalán en las empresas privadas".
Círculo Balear denunció entonces que la voluntad del gobierno pasa "desde recomendar hablar en catalán a quien no lo habla, incluso si no lo entiende, hasta aprobar una ley que impondrá el uso del catalán en las empresas privadas".
El portavoz de Ciudadanos Baleares y diputado en el Parlament, Xavier Pericay, criticó “el creciente y asfixiante intervencionismo del Govern en materia lingüística” tras conocer el contenido del Plan de Política Lingüística y censuró que “ya no son sólo las medidas tomadas en el campo de la enseñanza o en el de la función pública”, “ahora el objetivo es el mundo socioeconómico, las empresas privadas y los propios ciudadanos, tomados de uno en uno; se trata, en definitiva, de imponer el uso social del catalán, de grado o por fuerza”.
Del mismo modo, advirtió de las consecuencias que "puede tener la implantación en el archipiélago del modelo de política lingüística aplicado en Cataluña". “La presidenta Armengol está en su derecho de abrazar el nacionalismo catalán; pero en la intimidad”, dijo.
También se pronunció, aunque días después, la portavoz del PP balear Marga Prohens, que aseguro su rechazo a cualquier medida de "imposición" del catalán, tanto en el «sector público» como «sobre todo», en el ámbito privado.
Armengol anunció semanas más tarde que las medidas del Plan lingüístico no se dirigirán al sector privado: "El Govern no tomará decisiones que afecten al ámbito privado", afirmó.