José Antonio Abellán no se rinde todavía ni pretende hacerlo en el futuro. Con cuarenta años de experiencia, se embarcó tiempo atrás en el intento de desmantelar el sistema de licencias radiofónicas que, a su juicio, está podrido y huele a corrupto. El periodista habla con EL ESPAÑOL sobre un panorama radiofónico que pinta desolador y sobre otros problemas del periodismo en España.
Un mes atrás abrió la veda en una explosiva rueda de prensa y desde entonces centra sus ataques contra su antigua casa, la cadena Cope, a la que acusa de tener la concesión de 231 licencias de emisión que no utiliza; al contrario de lo que la empresa prometió por escrito cuando consiguió dichas adjudicaciones. Y también dice que la radio de los obispos utiliza hasta 35 emisoras pirata.
Para justificar esto último, ha hecho público un audio del vicepresidente y consejero delegado del Grupo COPE, Rafael Pérez del Puerto, elegido hace menos de un mes como presidente de la Asociación Española de Radiodifusión Privada (AERC). "¿Cómo es posible que presida la asociación de radios legales que tiene como único objetivo cerras las emisoras pirata?", clama Abellán. También arremete contra el presidente del Grupo COPE, Fernando Giménez Barriocanal, al que acusa de llevar más de seis años -desde 2010, cuando Abellán salió de la cadena- presionando a los grandes editores para vetar al locutor.
Cuando se le pregunta por qué ha hecho estas denuncias, Abellán justifica que "lo hago para denunciar la corrupción tan salvaje que hay en los medios". No tiene miedo a represalias e ironiza con que "me extraña que no me haya llegado un requerimiento para retractarme de 'las barbaridades que ha dicho'. Eso no ocurre porque lo que cuento es verdad y aporto pruebas".
A su juicio, en materia de libertad de prensa "España está mucho peor de lo que yo pensaba". "No hay ningún país en Latinoamérica peor, hasta en El Salvador el nivel de libertad y de comunicación está mejor que en España", narra en el céntrico bar de Madrid donde atiende a este diario.
La APM y la libertad
Alguien que no para de quejarse de los chanchullos mediáticos y de los vetos que sufre no es ajeno a la ruidosa polémica de los últimos días sobre la prensa y Podemos. "No creo en la APM ni en ese tipo de asociaciones", dice Abellán, para el que este tipo de denuncias deben hacerse por otro cauce. "Hay que salir de frente, soy uno de los últimos románticos que piensa que hay que salir de frente, como hago yo", expone este abulense de El Tiemblo que siempre se ha caracterizado por hablar claro.
Hay una pinza de PP y PSOE ajena a quien tenga cinco escaños más o menos en cada Parlamento, de ahí no se mueve nadie y las fuerzas políticas nuevas no van a rascar bola nunca
Para Abellán, el peligro para la libertad de expresión está en otros dos partidos. "Mi impresión personal es que los medios dependen en demasía del poder político", arranca. "Y cuando digo 'poder político' hablo de la pinza que tienen perfectamente organizada -y nadie me va a demostrar lo contrario- el PP y el PSOE", asevera. "Es una pinza ajena a quien tenga cinco escaños más o menos en cada Parlamento, de ahí no se mueve nadie y las fuerzas políticas nuevas no van a rascar bola nunca".
Sin micrófono...y Manolo Lama
Abellán ha contado en innumerables ocasiones en la radio que dirige, 4G, y repite a EL ESPAÑOL cómo fue su salida de COPE. "Barriocanal me dijo que tenía que estar entre tres y cinco años sin trabajar porque Manolo Lama se lo había exigido", afirma. Y añade que el presidente de la cadena de los obispos "me ha reconocido que sí, que ha estado hablado con los responsables de los medios para evitar que yo hiciera micrófono".
"Nunca me creí esa historia porque yo nunca pediría a Pedro J. que dejes de escribir en EL ESPAÑOL, El País o el Hola… Ahora sí me lo creo porque con la dimensión que ha tomado todo esto desde la rueda de prensa, él no me ha llamado para decirme 'mira, Abellán, tienes mi palabra de que esto es mentira'; está escondido y el que calla otorga".
A lo largo de más de una hora de conversación, Abellán insiste en sus denuncias sobre las emisoras de radio irregulares o ilegales. "Esto no es una frikada ni una paja mental, no soy un friki ni quiero parecerlo, tengo los documentos de todo", expone. A renglón seguido explica que "el Estado delega a las comunidades autónomas los derechos de los concursos de licencias" y denuncia que, una vez concedidas esas licencias, "nadie vigila cómo funcionan".
"Cope consiguió muchas de esas 231 licencias porque prometía en los pliegos que habría 40 horas de emisión local a la semana y la contratación de discapacitados, pero ahora miras esas emisoras y solo hay un palo en el monte, no funcionan", detalla con pasión. "En Castilla-La Mancha, de 53 hay 50 cerradas", agrega. Y reconoce que solo hay una comunidad que vigila el estricto cumplimiento de la legalidad por parte de las cadenas de radio. Se trata de Cataluña, "donde no hay ninguna emisora cerrada de nadie y donde si se te va la luz, llaman rápidamente para ver qué pasa".
A tenor de las acusaciones de Abellán contra la Cope, este diario se ha puesto en contacto con la cadena de la Conferencia Episcopal. Pero no han ofrecido su versión de los hechos.
El periodismo deportivo hoy
Abellán también habla de los programas radiofónicos deportivos que hoy se hacen en España. "Son programas de entretenimiento y algunos de ellos muy bien hechos; el contenido es el deporte, pero no es periodismo deportivo". Acerca de la espectacularización de estos espacios, explica que "yo inventé lo de introducir el humor en los programas, así como los ex jugadores y ex árbitros".
"Es un show, pero claro, que lo vendan como un show; en el momento en que vas comiendo pienso de presidentes, agentes o futbolistas ya no puede haber periodismo deportivo". Ahora mismo él no volvería a presentar un espacio como los que condujo en Cope porque "no habría nadie que me lo diera".
Pese a tantas zancadillas que denuncia haber sufrido en estos últimos años, Abellán sigue creyendo en el oficio del periodista. Pero, eso, sí no recomendaría a un joven estudiar periodismo, sino entrar en un medio a trabajar. "Sigo yendo a muchísimas universidades y siempre empiezo el discurso de la misma manera: 'yo vengo aquí porque me da la gana y la desgracia la tenéis vosotros, que no tendriáis que estar aquí".