“No quiero tu piropo, quiero tu respeto”. “Amar nunca significó maltratar”. “No son muertes, son asesinatos”. “Ni una más, ni una menos”. Estos gritos de libertad encabezaron las marchas convocadas en medio centenar de ciudades españolas para denunciar la violencia machista. Fue precisamente el sábado, el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, cuando la sociedad dijo basta ya a una lacra que este año se ha cobrado la vida de 45 mujeres y ocho niños. Desde el año 2003, el número de asesinatos asciende a un total de 917.
Los datos son extremadamente preocupantes y el sistema no es capaz de articular políticas efectivas para amparar a las víctimas. A pesar de que un 18% más de mujeres ha denunciado a su agresor con respecto al año pasado, se calcula que solo en torno al 30% del total se atreven a acudir a la Policía o al juzgado. Daniela Macías, delegada social de Clece, una empresa de servicios que trabaja para la integración laboral de este colectivo vulnerable, señala que “hay un número mucho mayor de mujeres que soportan el maltrato de forma clandestina y continua. Solas y paralizadas. No solo porque ellas no se atrevan a denunciar sino porque en muchas ocasiones se produce un silencio cómplice en el entorno”.
Por eso, desde Clece han puesto en marcha estos días en Andalucía y Canarias una campaña para mostrar su rechazo a la violencia machista y su apoyo a las víctimas para que se atrevan a alzar la voz. Bajo el lema 'No te calles', edificios públicos, colegios, hospitales, parques empresariales, residencias de mayores o centros sociosanitarios se unieron a la iniciativa a través de stands informativos, charlas divulgativas, talleres, reparto de materiales, concentraciones, murales, suelta de globos, lazos violeta o pitadas con silbatos. “Hay que acabar con el silencio, como se dice, pero hay que pasar a hacer; no podemos mirar para otro lado”, explica Daniela Macías.
Según un estudio elaborado en 2015 por la Delegación del Gobierno para la Violencia titulado 'Sobre la inhibición a denunciar de las víctimas de violencia de género', el miedo es una de las principales barreras que impide a las víctimas señalar a sus agresores. “El miedo es paralizante. Miedo al maltratador y también al entorno. A no ser capaces de valerse por sí mismas o a poder hacer frente a sus responsabilidades familiares y cuidar de sus hijos. La autoestima desaparece, el daño psicológico del maltrato anula la voluntad. Es necesario ayudar a romper con el miedo y el silencio. Las campañas de sensibilización son una de las herramientas con las que remamos en esta dirección”, afirma Daniela Macías.
Silbatos y deporte para acabar con el silencio
Con el objetivo de concienciar contra esta lacra social, las concentraciones se sucedieron en lugares representativos de diferentes ciudades. En Tenerife se llegó hasta la Presidencia del Gobierno de Canarias, el Hospital de La Candelaria o el Centro Sanitario San Sebastián, en La Orotava. En Las Palmas, al Hospital Materno Insular, el Hospital Negrín y al Servicio de Ayuda a Domicilio municipal. Simbolizando que hay que acabar con el silencio, algunas de las concentraciones estuvieron acompañadas por el sonido de los silbatos. Entre ellas, las realizadas por los mayores del centro Acaymo en la Catedral de San Cristóbal de La Laguna o por los propios trabajadores de la Dirección General de Clece en Canarias.
En Andalucía la respuesta también fue muy positiva. Los hospitales de Torrecárdenas, de La Inmaculada y de Poniente en Almería contaron con stands informativos en los que se repartieron materiales de la campaña. También el hospital de Puerta del Mar en Cádiz se sumó a las actividades de sensibilización. En la Universidad de Málaga, se distribuyeron más de 3.000 pegatinas y 1.500 gafas y se colocó un photocall para que todos pudieran “dejar su mano” y escribir un mensaje. En otros puntos como la Residencia de estudiantes Andalucía y escuelas infantiles se impartieron talleres sobre igualdad y prevención de violencia de género a estudiantes y profesionales.
En Córdoba, la iniciativa contó con el apoyo del Pabellón Municipal de Deportes de Montilla y los Servicios de Ayuda a Domicilio de La Rambla, Doña Mencía, Torrecampo, Pozoblanco y Rute. Además, en el Pabellón Municipal de Deportes de Montilla los clubes de la zona celebraron partidos de fútbol y baloncesto femenino en favor de la igualdad y en contra de la violencia de género. En Sevilla, 'No te calles' llegó al Parque Empresarial Torneo y a la Facultad de Derecho donde Clece participó en las jornadas 'Nuevas formas de violencia de género'.
Clece es una empresa de multiservicios de más de 73.000 empleados de los cuales el 10% pertenece a colectivos desfavorecidos. El principal objetivo de su proyecto social es promover el empleo como medio de inclusión social. La III edición de sus Premios Compromiso ha reconocido la labor de entidades sociales, medios de comunicación y personalidades en la lucha contra la violencia machista.