Miguel, el profesor que usa los móviles para que sus alumnos no odien las Mates

Miguemáticas -como es más conocido- lleva 25 años enseñando a dividir, a hacer ecuaciones y mostrando cómo se resuelven problemas. Miguel Ángel Miguel le explica a sus alumnos que tiene un "nombre capicúa" para mostrarles qué son los números palíndromos y les explica que desde que era un niño es un apasionado de las matemáticas.

Así intenta que sus alumnos -chavales de entre 12 y 16 años- aprendan Mates y comprendan que los números no tiene porque ser un sufrimiento. Pero Miguemáticas tiene otro aliado: el móvil. Frente a quienes creen que los smartphones deberían estar prohibidos en las aulas este profesor del colegio Cooperativa de Enseñanza Hijas de San José, en Zaragoza, lleva años animado a los alumnos a que lo pongan encima de la mesa durante sus clases.

Para Miguemáticas es fundamental que los niños "conozcan la tecnología y aprendan a usarla bien". Para este profesor lo fundamental de su metodología es "dedicar el mayor tiempo posible a cada alumno", algo que es muy complicado en clases numerosas y en materias como las matemáticas donde los alumnos suelen tener muchas dificultades. Por ello, explica, el uso de aplicaciones móviles con ejercicios interactivos facilitan el aprendizaje personalizado.

¿Aprender ecuaciones divirtiéndose?

"Cuando personalizas las matemáticas consigues que cada uno aprenda a su ritmo y les apetezca entrar en el aula. A través de los juegos de las apps ellos se enteran mucho más de lo que están haciendo, se divierten aprendiendo y aprovechan mucho más el tiempo. Aplicando estas técnicas consigues que hagan muchos más ejercicios de los que los alumnos hacían hacen 15 años en papel", explica el profesor a EL ESPAÑOL.

Según el docente conforme se empezaron a desarrollar las tecnologías y los dispositivos móviles comenzó a preguntarse por qué no "trabajar más en el aula con los alumnos, que hicieran ejercicios prácticos, y trasladar las explicaciones a casa". De este modo, comenzó a buscar apps, webs especializadas y materiales que proporciona el Ministerio de Educación.

Para evitar problemas Miguel sólo deja usar el móvil cuando está a la vista, que lo usen sobre la mesa y no con la pantalla orientada al pecho -como se suele usar normalmente-, "así evito que se distraigan y hagan fotos", relata. Según cuenta, la atención del docente es tan necesaria e imprescindible como en cualquier otra actividad.

Miguemáticas además ha conseguido que sus alumnos no odien las matemáticas haciéndose youtuber. Así, explica, sus alumnos puedan verle "a cualquiera hora y en cualquier lugar". Miguel sube vídeos explicativos a su canal -donde tiene 16.256 suscriptores- de unos cinco minutos de duración, donde explica cuestiones como el método de Gauss Jordan, lecciones complejas de Geometría o responde a preguntas del tipo ¿cómo se calculan los múltiplos de un número?. De este modo, procura que el móvil como herramienta docente se incorpore también al estudio en casa, donde este tipo de explicaciones pueden ser muy útiles.

Más beneficios que perjuicios

Pese a los beneficios que este profesor zaragozano ve al uso de los móviles en el aula, actualmente hay una corriente de opinión que considera que repercuten negativamente en el aprendizaje y que favorecen el fracaso escolar. De hecho, Francia ha prohibido el uso de móviles en colegios y universidades tajantemente a partir de 2018.

"Basándome en mi experiencia, yo no puedo estar de acuerdo con eso. Si en el siglo XXI vamos a seguir usando sólo papel y boli porque creemos que los niños van a meterse en Facebook estamos cometiendo un error", explica Miguel. Para el profesor, este tipo de prohibiciones suponen, además, "retrasar el aprendizaje de competencias digitales" que les serán necesarias a los alumnos en un futuro muy próximo: "El día de mañana, antes incluso de salir al mercado laboral, van a tener que hacer un currículum por ordenador, por ejemplo".

Sobre los peligros que pueden derivarse de usar el móvil en el aula, Miguemáticas es contundente: "Riesgos hay con cualquier cosa, con un móvil o con una piedra si se la lanzas a la cabeza a un compañero. Los problemas de disciplina no vienen por ahí, les tenemos que enseñar cómo usar cualquier herramienta, para qué puede servir y para qué es útil".