La Conferencia Española de Religiosos (Confer) analiza incluir una evaluación psicológica en la selección de candidatos a sacerdote y religioso, una de las medidas planteadas ante la "gravedad" de los abusos a menores que suponen "una mancha global para la Iglesia".
El pasado 11 de diciembre, Confer reunió a los Superiores Mayores de los Institutos Religiosos y las Sociedades de Vida Apostólica de España para "abordar la problemática de los abusos a menores por parte de sacerdotes y religiosos".
Se trata, según informa en un comunicado, de la primera de diversas reuniones que tienen como objetivo acabar con estos delitos en el seno de la Iglesia. "Es necesario reconocer ante Dios y ante la sociedad la gravedad y la culpabilidad de las actuaciones cometidas contra niños indefensos y el tratamiento de ocultación que se les ha dado", destaca la Confer.
Además de la evaluación psicológica, espiritual y apostólica de los candidatos al sacerdocio, también se recomienda "prestar atención" a quienes colaboren con religiosos en instituciones educativas, pastorales y sociales. Asimismo, los Superiores Mayores de las órdenes religiosas convienen que ha de exigirse una "madurez afectiva" a quienes opten por el celibato para ser ordenados presbíteros.
"Somos conscientes de que las personas que asumen la castidad por el Reino de Dios como una opción de vida tienen el desafío de alcanzar su pleno desarrollo personal a través de un equilibrio sabio y maduro en su integración social y en la comunidad religiosa y deben ser ayudadas y acompañadas en este proceso humano y espiritual", afirma el comunicado.
En la reunión del pasado día 11 también se debatieron "aspectos relativos a la comunicación en situaciones de crisis". "Volvemos a manifestar nuestro compromiso ante la sociedad y la Iglesia en la búsqueda de la verdad, la transparencia de los comportamientos y actitudes, de la colaboración con la justicia y del apoyo a las víctimas, convencidos de que este es el camino", asevera.
La Confer reconoce que los delitos contra menores son "hechos doblemente graves: ante las leyes civiles y la sociedad, pero aún más ante la Iglesia". La Conferencia, que agrupa a las órdenes religiosas españolas, manifiesta su "deseo de acoger" a las víctimas y sus familiares "a quienes se ha herido tan profundamente": "Queremos escuchar sus angustias y solidarizarnos en su dolor y reclamo de justicia".