José María Íñigo: un bigote pegado a un micro
Ficha
-José María Íñigo Gómez
-Bilbao, 4 de junio de 1942- Madrid, 5 de mayo de 2018
-Periodista
-Casado con Josette Nahmias, con quien tuvo dos hijos, y más tarde con María del Pilar Piniella, con quien tuvo otros dos
-Premio Ondas, Antena de Oro y la Encomienda de la Orden Civil de Alfonso X el Sabio a título póstumo, entre otros.
Para recordar
De José María Íñigo -y su inconfundible bigote- ya se han contado sus hitos en televisión y radio hasta el último de sus días, comunicador nato, pero se ha ahondado menos en el carácter que ya desde muy pequeño le llevó a cumplir sus sueños sin esperar ayuda de nadie. En realidad, al principio su sueño era ser maquinista, y más tarde volar y salir, ir lejos. Eso y las muchas Zarzuelas que pudo ver en el Teatro Arriaga gracias a que su padre era el electricista, le abrieron las miras e ilusiones.
En su cabeza las ideas no paraban quietas; desde bien joven, sobre los 12 años, comenzó a trabajar en una tienda de discos y como botones. Venía de una familia humilde y tenía claro que quería estudiar. Si no había dinero, se tenía que ganar. Se puso a aprender inglés sin ayuda, sabedor de que le abriría puertas. Ahí no se quedaba su ambición por reunir "unas perras". Un día, se acercó al ayuntamiento para ofrecerse como profesor de inglés de los guardias de circulación y lo consiguió.
En esos años en los que sus vocaciones eran muchas y variadas, José María fue torero en Vista Alegre en los años 60. Sí, se puso el traje de luces. Gracias a esta profesión obtuvo el premio 'La oreja de oro' cuando tuvo que matar a un becerro. "O lo mataba yo o me mataba a mí", recordaba entre risas. Por si esto no fuera lo suficientemente llamativo, probó suerte como domador de circo junto a Ángel Cristo. "Fui domador de elefantes y fuimos por todas las ferias de España", explicó en alguna ocasión.