Hasta un centenar de médicos de familia de Castilla y León podrían ver sus puestos peligrar. Son todos aquellos que sacaron las oposiciones en 2016. Esto se debe a un fallo que hubo en 17 de las 90 preguntas del examen y que ha llevado al Tribunal Superior de la comunidad a anular la prueba en su conjunto.
Tras el fallo inicial, el aprobado descendió de 45 aciertos a 41 pero uno de los afectados recurrió la decisión. La sentencia del Tribunal Superior ha dictado ahora que "la Administración deberá elaborar un nuevo listado de aprobados teniendo en cuenta que la prueba se supera con 45 respuestas correctas", según ha recogido el diario El País.
Es por eso, al reorganizar todo de nuevo, que hasta cien facultativos podrían perder su puesto. Según la asociación de médicos de familia Semergen, las personas afectadas representan el 1,8% de los médicos de primaria de Castilla y León.
El Tribunal también ha pedido que se depuren responsabilidades por lo ocurrido dada las "gravísimas consecuencias que se producen y la falta de consideración que conlleva la formulación de 17 preguntas incorrectas". Además, ha obligado a la Junta a pagar 2.000 euros de costas.
No es la primera vez que ocurren este tipo de irregularidades en los exámenes a los que se tienen que enfrentar los médicos para ejercer. A principios de este mes ya se supo que el examen del MIR al que se enfrentaron 14.000 médicos tenía errores en la plantilla.