Gracias a la difusión de su caso a través de redes sociales, a un joven de 11 años le ha cambiado la vida en cuestión de un mes. Su historia ha logrado conmover a muchos, pero también provocar una reacción altruista que ha traspasado fronteras.
La historia de Víctor Martín Angulo dio la vuelta al mundo en pocos días. El joven peruano de 11 años fue grabado por una cámara de seguridad de su ciudad (Moche) estudiando bajo la luz de una farola, debido a que su familia no podía hacer frente a las facturas de la luz.
La precariedad y la perseverancia con la que Víctor sacaba adelante sus estudios fueron aplaudidas por miles de usuarios de redes sociales. Incluso su caso despertó la simpatía del alcalde de la localidad, quien se acercó hasta la casa del menor para prometerle que el Ayuntamiento costearía la factura de la luz de su casa y para regalarle un paquete con utensilios escolares.
Y gracias a esta difusión su vida va a dar un cambio radical. Su historia ha llegado a ojos de Jacob Mubarak, un filántropo de Bahrein dueño de una fábrica de chocolates en Londres, quien decidió viajar desde su país hasta el pueblo de Víctor para brindarle ayudas económicas.
En su encuentro, se comprometió a reconstruir su humilde vivienda y a montar un negocio para su madre, tal y como ha podido saber el periódico local Pitalito Noticias. Cuando le preguntaron el motivo de su buena acción,aseguró que se vio reflejado en el joven, ya que ambos habrían tenido una infancia similar.
La madre de Víctor agradeció el gesto ante los medios de la siguiente forma: "Gracias por la ayuda que nos brinda, muchas gracias. Nos está ayudando a construir nuestra escuela. Le agradezco mucho que haya tenido la amabilidad y el tiempo de venir a mi humilde hogar, porque nadie lo hace". También aseguró a los medios que su hijo sueña con "convertirse en policía para evitar que haya tanta corrupción en su país".