Una autopista de peaje ya es gratuita, otras dos dejarán de cobrar antes de que finalice este año, y varias más harán lo mismo antes del año 2021.
Estos anuncios siguen la línea que ya anunció el actual ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, como una de las primeras medidas que adoptó el entonces recién nombrado Gobierno de Pedro Sánchez cuando asumió la presidencia. La orden fue clara: no renovar las concesiones de las autopistas una vez acabasen sus adjudicaciones. Por ello, ya en diciembre de 2018 se dejó de cobrar a los conductores que circulasen por la autopista AP-1, en su tramo desde Burgos hasta Armiñón (Álava). La medianoche del pasado 1 de diciembre, los 20.858 vehículos que transitaban por ella dejaron de pagar la tasa hasta entonces obligatoria.
Y aunque recientemente el ministro en funciones abrió la posibilidad de implantar otros modelos de peaje para recaudar fondos y destinarlos a costear otros servicios públicos, lo cierto es que solo se ha quedado en una propuesta.
De esta forma, antes de acabar el año otras dos autopistas quedarían libres al tránsito gratuito. Tanto la AP-7 y la AP-4 cumplen su contrato el próximo 31 de diciembre de 2019.
Por un lado, la autopista AP-7, en su tramo entre Tarragona y Alicante, concluye su contrato con el Grupo Abertis. La carretera, de 373.8 kilómetros de recorrido, pasaría a no cobrar a los conductores por circular a través de ella. Aun así, tal y como recoge el diario especializado Autopista, el Gobierno en funciones (contando con que gobierne durante otra legislatura) ya trabaja en un nuevo contrato de conservación para la carretera, que costaría a las arcas del Estado unos 16 millones de euros según las primeras estimaciones.
Por otro lado, también finaliza contrato en la misma fecha la autopista AP-4, en el tramo que une Sevilla con Cádiz. Incluso podría ser liberalizada antes de lo previsto si el residente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, cumple la promesa electoral que hizo en la campaña: hacerla gratis e indemnizar a la concesionaria.
Más allá de 2019, el resto de autopistas que se verían afectadas si continúa gobernando el PSOE (o si otros partidos mantienen esta decisión) tendrán que fijar la mirada en el año 2021, momento en el que finalicen las siguientes concesiones. Se trataría de la AP-7, en su tramo Zaragoza-Mediterráneo, de la AP-2, en su tramo Tarragona y La Jonquera (Gerona) y de la AP-7, en su tramo Montmeló (Barcelona) y el Papiol (Barcelona).