Los niños tienen que ser capaces de soñar un futuro mejor y, para hacerlo, necesitan algo básico: estar bien alimentados. Por eso la escritora Elvira Sastre y el ilustrador Óscar Llorens no dudaron cuando les propusieron participar en la campaña de recogida de leche 'Ningún niño sin bigote' de la Obra Social ”la Caixa” y CaixaBank en favor de los bancos de alimentos (FESBAL). Juntos han dado cuerpo al cuento Milki y Berta y la Nube Blanca, con el que esperan sensibilizar a la población sobre la grave lacra social que es la malnutrición de los más pequeños. Porque, como apunta Elvira, “los libros están ahí para enseñarnos que hay otros mundos mejores”.
¿Qué os pareció cuando os propusieron participar en la campaña Ningún niño sin bigote de la Obra Social ”la Caixa”?
Óscar: Al principio parecía un encargo más, otro proyecto, pero a medida que me fui involucrando, leyendo sobre el tema y sabiendo más sobre la campaña, todo adquirió un tono muy especial.
Elvira: En mi caso, además, me hizo mucha ilusión, pero también me provocó cierta tristeza el saber que este tipo de iniciativas aún son necesarias. Si podemos aportar nuestro granito de arena, eso me hace sentir bien.
¿Cómo se aborda un tema tan duro como el hambre infantil ante un público al que siempre se trata de proteger como son los niños?
Óscar: Es delicado, desde luego, pero al final los niños son un público como otro cualquiera. Yo estoy bastante habituado a trabajar en la ilustración infantil, así que me siento bastante cómodo. Además, los niños son muy receptivos.
Elvira: Yo no tengo tanta experiencia con el público infantil, y meterme en una historia así me resultaba complicado, porque en mis textos suelo mostrar la crudeza de las cosas y no trato de edulcorarlas. Pero es cierto que también existen maneras de contar las cosas a los niños para que vean que existen soluciones a los problemas y caminos para llegar a ellas.
¿Consideráis que la creación artística puede ser una buena manera de despertar conciencias?
Elvira: Yo creo que el arte sirve para eso, para agitar las emociones, conmovernos y enseñarnos. En cuestiones sociales, creo que un dibujo o un relato puede hacernos ver cosas que un discurso formal no alcanza a conseguir. Es otra manera de contar las cosas y de hacernos aprender.
Óscar: Claro que sí, en el caso de la ilustración o la fotografía, son formas de hacer llegar el mensaje de una manera más directa y clara. Y lo que necesitamos en este caso es que la gente entienda cuál es el problema del que estamos hablando.
Elvira, cuando te sentaste a trabajar en “Milki y Berta y la Nube Blanca”, ¿qué objetivo tenías en mente?
La idea era contar de una manera bonita pero sin faltar a la realidad que hay niños que no pueden tener un vaso de leche cada día. Y llevarlo también a la actualidad. Porque no olvidemos que no hablamos solo de familias que viven en la calle: nuestro propio vecino puede tener esos problemas económicos y que afecten a sus hijos.
Óscar, ¿cómo conectaste con la historia a la hora de ilustrarla?
No fue nada difícil. Es un cuento cortito pero muy claro y directo. Además, es muy fácil de dividir en diferentes ilustraciones. Así que, al final, el mensaje del cuento, que es bastante claro, apoyado por las ilustraciones, se redondea y resulta mucho más efectivo.
En pleno siglo XXI, con el ser humano a punto de colonizar Marte, resulta que un 40% de la población infantil española está en riesgo de pobreza y, por tanto, de malnutrición, y que 242.675 menores dependen de los bancos de alimentos. ¿Qué nos dice esto de nuestra sociedad?
Óscar: Estos datos me parecen demoledores, y creo que poca gente los conoce. Estamos inmersos en una vida cotidiana donde nos creemos mucho más de lo que somos, a nivel de sociedad y cultura. Lo primero que hay que hacer es dar a conocer estos datos, porque es entonces cuando empiezan a removerse las conciencias.
¿Qué medidas creéis que deberían darse ante tantos casos de malnutrición infantil?
Elvira: Coincido con Óscar en que una de las principales medidas es la visibilización. Estamos todos un poco anestesiados, en este sentido, y creo que iniciativas como esta campaña de la Obra Social ”la Caixa” ayudan a que la sociedad se dé cuenta de que esta realidad sigue ahí, que tenemos que despertar y atajar de alguna manera. Y sin duda los políticos tienen un papel fundamental en el asunto.
Óscar: Estoy de acuerdo completamente. Y, sobre todo, que no se tape el tema. Las cifras de las que estamos hablando creo que no se conocen y en la sociedad ni siquiera se entabla debate sobre el asunto, y en el sector político mucho menos.
¿Creéis que artistas y creadores como vosotros deberían mantener un compromiso social activo ante situaciones de urgencia como esta?
Óscar: No solo gente como nosotros: en general, todas aquellas personas que tengan cierto peso social y capacidad para difundir un mensaje, a través de los medios de comunicación o las redes sociales.
Elvira: Y además de la responsabilidad de los artistas, también está el compromiso del resto de las personas, que simplemente por hacer un donativo ya demuestran que están comprometidas con una causa, y eso es algo que no hay que perder de vista. Una madre que le habla del problema a su hijo, y el hijo al amigo, y el amigo al vecino… Así se crea una red de gente anónima que ayuda, pese a todo, a la difusión y sensibilización del problema. Al final es un trabajo de la sociedad en conjunto.
Puedes colaborar en la campaña y descargarte el cuento haciendo una donación en granrecogidadeleche.es o en cualquier oficina de CaixaBank.