Diversos ayuntamientos de la Comunidad Valenciana, como el de Castelló, Benicàssim o Almassora prevén multas de más de 700 euros para aquellos vecinos que tengan en sus propiedades agua estancada con larvas de mosquito. Las ordenanzas municipales que regulan la prevención y control de esta plaga han hecho especial hincapié en la problemática relacionada con el mosquito tigre, e instan a los vecinos a evitar cualquier foco de reproducción de los mismos.
Sin duda, se trata de una medida disuasoria, para hacer frente a la plaga, dado que la efectividad de los tratamientos están siendo cuestionados. Distintas quejas vecinales han empezado a registrarse durante el último año, debido a la proliferación de estos dípteros. El hecho de tener un foco se considerará una infracción leve. Otros municipios, como Nules o Burriana, cuentan con una ordenanza menos dura que regula la reproducción de estos insectos.
Como apunta el Periódico Mediterráneo, esta tipología se recoge como una infracción grave, que acarrea una multa de 751 a 1.500 euros. Las muy graves, que van de los 1.501 a los 3.000 euros, corresponden al incumplimiento de los requisitos específicos formulados por las autoridades municipales en materia de salud pública.
Las localidades recuerdan a los vecinos su obligación de mantener los solares en condiciones, así como las piscinas o balsas ornamentales sin agua estancada, ya que, además de la sanción, en caso de que no se lleve a cabo la actuación requerida para resolver el problema, la persona en cuestión deberá sufragar los gastos devengados por la realización de los trabajos, que llevará a cabo el ayuntamiento.