Tras unos setos, al traspasar un cambio de rasante, ocultos en una señal o en una curva cerrada. Cualquier lugar con poca visibilidad es ideal para colocar un radar móvil, pues el objetivo que persigue es permanecer oculto al ojo humano y pillar a los conductores que sobrepasen los límites de velocidad establecidos sin margen de tiempo para pegarle un pisotón al freno y reducir velocidad. Ahora, una imagen viral atemoriza a los conductores, preocupados por que los radares se puedan esconder en el lugar más insospechado.
Un cubo de basura. Ha sido el lugar escogido por las autoridades francesas para probar su última ocurrencia, con el fin de velar por la seguridad tanto de viandantes como de conductores. La fotografía, compartida por la comunidad de conductores Social Drive, no ha tardado en difundirse como la pólvora, bien por la curiosidad que puede despertar, bien por el temor a que esta práctica cruce fronteras y se integre en España.
Más allá de la fotografía, por el momento no se ha confirmado desde Francia si se trata de un radar en funcionamiento, o si se trata de un experimento con el que probar posibles usos futuros.
Dentro no, pero al lado sí
Como decíamos, de momento esta práctica solamente se ha registrado en una localidad francesa y no hay por qué temer a ningún contenedor que veamos mientras circulamos por la carretera.
Sin embargo, sí que se han detectado casos 'parecidos' en España. Tal y como cuenta el diario especializado Autopista.es, hace unos años se captó a un agente de tráfico colocando un radar justo detrás de un contenedor de vidrio. La embergadura del recipiente hacía completamente invisible al radar ante los ojos de un conductor, por lo que era una ubicación idónea. Ocurrió en el municipio madrileño de Collado Villalba.
También, este medio cuenta que, durante varios días, un radar situado entre dos contenedores sembró el terror entre los conductores de Pontevedra. En una travesía limitada a 50 km/h, este cinemómetro logró multar a una elevada cantidad de conductores.