Una juez ha autorizado una cesárea para una madre que se negaba a que se le practicara. El feto sufría una obstrucción umbilical, por lo que corría el riesgo de fallecer al faltarle el oxígeno y los nutrientes necesarios para sobrevivir. Fue el Juzgado Instrucción número 1 quien autorizó la intervención la pasada madrugada del miércoles 18 de septiembre. La mujer se encontraba embarazada de siete meses y se negaba a dar luz.
El equipo jurídico del hospital solicitó un permiso de urgencia al juzgado, alrededor de las nueve de la noche para poder hacer la cesárea. La mujer se negó alegando que no se trataba de un parto natural, rechazando dar a luz por cualquier otro método, y aludiendo a razones culturales. Sin embargo, tanto la magistrada como la Fiscalía autorizaron al equipo médico a realizar la cirugía, velando por la vida del pequeño y no por los deseos de la madre, según trasladaron fuentes judiciales, pues en estos casos tanto el Ministerio Público como los jueces deben velar por el menor.
La Ciudad de la Justicia y el Hospital de Elche apuntaron que lo sucedido era muy inusual. De hecho, desde los juzgados señalaban que no recordaban caso similar, en el que hubiera que haber intervenido en estos términos. Como publica El Diario Información, la embarazada rechazó cualquier tratamiento médico pese a que se le advirtió que la vida del bebé corría peligro. Desde el hospital se trabajó contrarreloj para poder realizar la cesárea, que finalmente autorizó la magistrada.
El pequeño ingresó en la UCI Neonatal, como indica el protocolo en casos de niños prematuros, pero evoluciona favorablemente, según ha podido conocer el mencionado diario a través de fuentes cercanas al caso.