El Estudio Europeo de Valores 2019, elaborado por la Fundación BBVA, ha examinado un amplio conjunto de valores y actitudes de la población de cinco países (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España). 1.500 encuestas en cada país, elaboradas entre los pasados meses de abril y junio, han permitido a la fundación extraer información sobre diversos aspectos que afectan a la ciudadanía, tanto en el ámbito público (política, economía o medios de comunicación) como en el privado (ética, formas de maternidad-paternidad o formas de convivencia). En este caso en particular, han analizado la percepción de la religión, de su papel en la sociedad y de sus principios éticos.
¿Son los españoles creyentes?, ¿influye la religión en la conducta de los ciudadanos?, ¿qué papel ha tenido en la sociedad?, son algunas de las cuestiones a las que han tratado de responder desde la Fundación BBVA. Y el resultado confirma que España sigue siendo un país creyente.
El 60 % de los encuestados afirma creer en la existencia de un Dios o un ser superior, creador del universo. Somos, solamente por detrás de Italia, el país con más creyentes de entre los encuestados. Cabe destacar que, quitando alguna pregunta concreta, no se preguntó acerca del cristianismo o el catolicismo en particular, sino por alguna religión sin atender a especificidades. Este dato es importante para interpretar la segunda conclusión del estudio, ya que un 63 % de españoles considera que pertenece a alguna religión.
En estas cifras, cabe tanto el que hizo la comunión hace 20 años como el que va a misa a diario. Considerando que sería relevante conocer el 'nivel de religiosidad' de los españoles, han extraído los siguientes datos. En una escala de 0 a 10, en la que 0 significa "no es nada religioso" y 10 "es muy religioso", la media en España se ha situado en 4,3 puntos. Solamente el 22 % de los encuestados se ha considerado "muy religioso", mientras que el 37 % se ha evaluado como poco o nada religioso.
Dentro de lo que cada uno considere como 'religiosidad', probablemente en la primera práctica en la que piensen sea en rezar. Al preguntarles sobre la frecuencia con la que realizan esta acción, se han reflejado respuestas dispares pero con magnitudes equivalentes.
¿Quién reza a diario?
Por un lado, el 30 % de las personas que pertenecen a una religión ha asegurado que reza todos los días; por otro, el 34 % afirma no hacerlo nunca o casi nunca; entre medias, otro 34 % recuerda hacerlo una vez a la semana (18 %) o una vez al mes (16 %). Aun así, España es el segundo país con mayor porcentaje de practicantes, solamente por detrás de Italia. Mientras que en Reino Unido la distancia de personas que rezan a diario solo es de 3 puntos porcentuales (17 %), en Francia es de 12 (8 %) y en Alemania llega hasta los 15 (5 %).
Tanto en España como en el resto de países encuestados, el perfil del creyente practicante es similar. Responde mayoritariamente a una mujer de más de 65 años y que acabó los estudios a una edad muy temprana (menos de 15 años). "A medida que aumenta la edad, disminuye el nivel de estudios", explica el estudio.
Además, Tanto los hombres como las mujeres que declaran rezar a diario, el perfil ideológico es claramente de derecha. Esta circunstancia se acusa más en España o en Italia, mientras que en Reino Unido o Francia se da de forma más moderada. En Alemania, esta tendencia se invierte, puesto que hay más personas de izquierda que rezan todos los días que personas de derecha.
Religión en la sociedad
Más allá de creer o no creer, es evidente que la religión ha repercutido en muchos (por no decir todos) aspectos de la sociedad. Para algunos, lo ha hecho de manera positiva, mientras que para otros, hubiera sido preferible que su impacto hubiese sido menor.
Disgregando por temas, los españoles creen que el cristianismo ha contribuido mucho o bastante al impulso del arte (49 %), de la cultura (45 %), y a la protección de los más débiles (41 %). Por contra, también consideran que la contribución del cristianismo ha sido poca o nula en el impulso de la ciencia (70 %), en la protección de la naturaleza (69 %) o en el impulso de la democracia (68 %).
Como puede parecer evidente, los italianos son los que más contentos están con la contribución de la Iglesia a su arte y a su cultura. En Alemania destacan más su labor en el impulso de la ética, mientras que en Francia creen que donde más ha incidido es en la protección a los débiles.
En el aspecto que sale peor parada la religión es en su poder para mediar en conflictos. Los encuestados creen que la religión es más una fuente de conflictos que de paz; esta afirmación ha recibido una calificación media de 6,3 puntos sobre diez, y es en España donde más benevolencia han mostrado. Italia ha valorado la misma afirmación con 6,8 puntos, y el resto de encuestados superan el 7, siendo Francia el país donde más ha obtenido.
La ciudadanía española tampoco cree que la religión otorgue respuestas a las cuestiones importantes de la vida, ya que en esta afirmación, España ha concedido 5,8 puntos. Otras afirmaciones, como que "Para actuar de modo ético no es necesario tener creencias religiosas" (3,5) o que "La sociedad estaría mejor si prestara más atención a los valores y enseñanzas religiosas" (4,5) han obtenido escasas puntuaciones.
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