"Cuando descubrí que estaba embarazada de nuevo, lo único que quería es que la lactancia saliera bien". Así comienza el post en Facebook de Sierra Strangfeld, una joven madre estadounidense, cuya historia se ha hecho viral a través de las redes sociales. Cuando Sierra dio a luz a su segundo hijo, Samuel, supo que tenía una grave enfermedad. "Cuando descubrimos su diagnóstico, se me quitó toda la esperanza en poder proporcionarle leche", ha comentado a través de su perfil en la red social.
Cuando tuvo a Porter, su primera hija, Sierra no produjo leche materna. Por ello, la pequeña se alimentó durante más de seis meses con leche que les donó su cuñada. Con su segundo hijo sí que se veía capaz de producir, pero al no tener bebé al que alimentar, la mujer tomó una solidaria decisión. "Antes de que Samuel falleciera, me prometí que me sacaría leche para donar", ha continuado en su post. Durante meses, reflexionó sobre la decisión que había tomado. "Hubo momentos en los que me enfadaba, ¿por qué me tenía que subir la leche si no tenía un bebé que alimentar? ¿Por qué me despertaba en mitad de la noche para esto?", se ha preguntado.
Fueron momentos difíciles, tanto mental como físicamente. "Y aún más difícil cuando en realidad no hay bebé", ha apuntado la mujer. Por otra parte, se sentía orgullosa de la decisión que había tomado y no podía dejar de acordarse de Samuel. "Otra parte de mí sentía que era lo único que me conectaba con él, aquí en la tierra. ¡Espero que esté orgulloso de mi", ha proseguido a través de su perfil de Facebook. El sacaleches fue su inseparable durante 63 días. En total, consiguió sacarse casi 15 litros de leche materna, que ha sido destinada a alimentar a otros bebés.
Cuando Sierra ya había pasado el ecuador de su embarazo, la joven descubrió que su bebé tenía una grave enfermedad que haría que el pequeño no viviera mucho. Padecía una trisomía en el cromosoma 18, una condición genética rara que afecta a uno de cada 6.000 neonatos. La mayoría de ellos suelen morir en el útero y todo apuntaba a que a Samuel le sucedería lo mismo. A Sierra le practicaron una autopsia y vivió tres horas.