¿Qué tienen en común una fábrica de automóviles y una de vestidos de novia? En principio, nada. No usan la misma materia prima, no tienen el mismo público objetivo y los métodos de trabajo son muy diferentes. Pero, si hay algo que ha conseguido la crisis del coronavirus, es que muchas cosas no sean lo que solían ser. Un ejemplo palpable es que la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona) se haya aliado con la empresa Pronovias para fabricar mascarillas sanitarias -en concreto, 2.000 al día. Los trabajadores de ambas empresas están afectados por un ERTE y aún así han decidido trabajar para proveer de material a los sanitarios.
Todo comenzó “a mediados de la semana pasada”, según cuenta a EL ESPAÑOL Rafael Guerrero, trabajador de Seat y delegado sindical de Comisiones Obreras. “Los trabajadores se pusieron en contacto con la empresa y con el área de producción para ver qué se podía hacer. Después de valorar diferentes alternativas se optó por hacer lo que podíamos hacer mejor, de forma más práctica y segura”.
Esto se traduce en unas mascarillas impresas en 3D y hechas de un material muy resistente. “Es perfecto para hacer mascarillas de UCI”. Es decir, mascarillas que se desinfectan y tienen varios usos. Sin embargo, solo dos de las 30 impresoras de Seat pueden crear estas mascarillas, por lo que la producción es escasa. “Podemos hacer entre 40 y 50 al día”.
Visto que la producción de estas mascarillas es limitada, los trabajadores empezaron otra línea de “mascarillas sanitarias”. Ahí es donde entra en juego Pronovias, gracias al contacto entre delegados sindicales de ambas empresas. “Muchas hemos querido colaborar y hacer algo porque vemos que nuestros sanitarios no tienen los equipos de protección adecuados”, explica Yolanda Navarro, trabajadora de Pronovias y también delegada sindical.
Lo que está haciendo Seat es abastecer de material a las trabajadoras de Pronovias (y hablamos en femenino porque el grueso de la plantilla la conforman mujeres), que son las que tejen estas mascarillas para el personal que no es de UCI. “Estas tienen un uso de 3 o 4 días. Están hechas con los filtros que se usan en las cabinas de pintura. Es un material homologado muy bueno y aquí tenemos mucho. Con esto se pueden hacer hasta 5.000 mascarillas diarias que ya se están elaborando”, relata Rafael.
Pero además la iniciativa llegó, una vez más, por parte de Rafael hasta el Ayuntamiento de Martorell. El Consistorio ha puesto en marcha la escuela de costura que hay en la localidad con la colaboración de los vecinos que ya están cosiendo mascarillas. En definitiva, en esta historia participan Seat, el Ayuntamiento de Martorell, Pronovias (la empresa está en el Prat de Llobregat) y los trabajadores de ambas empresas. Seat pone las 40 o 50 mascarillas impresas en 3D para los sanitarios de las UCI. Mientras tanto Pronovias y la escuela de costura ponen, entre ambos, 5.000 mascarillas para el resto de sanitarios. ¿Cómo se organizan?
Logística de la solidaridad
Mientras las impresoras 3D están produciendo las mascarillas de UCI, varios trabajadores de Seat se encargan de suministrar el material a las trabajadoras de Pronovias para que estas cosan en el taller de la empresa e incluso en sus propias casas. “Cada día a las 5 de la tarde se entrega material y se recoge el ya cosido”, cuenta Rafael.
En el taller habilitado de Pronovias hay unas 25 trabajadoras y hay otras “15 o 20” que están cosiendo en sus propias casas, según relata Yolanda. “Además, lo he puesto en las redes sociales y ahora se están poniendo en contacto conmigo un montón de mujeres y hombres también que quieren colaborar y hacer esto. Además como Seat nos proporciona el material, la gente se está movilizando”. Su móvil está echando humo por esta iniciativa y aun así tiene tiempo para atender a este periódico.
Entonces las mascarillas ya confeccionadas vuelven a la fábrica de Seat donde son desinfectadas y empaquetadas, en el entorno seguro que proporcionan las cabinas de pintura. Cabe destacar que estos espacios están muy protegidos ya que en el proceso de pintar un coche no puede entrar ni una mota de polvo que podría arruinar el tintado de la chapa. “Todo está homologado por el Ministerio de Sanidad”, asegura Rafael.
Posteriormente, toda esa producción se pone a disposición del Ministerio de Sanidad y la Conselleria de Sanitat de la Generalitat que, según Rafael, se están coordinando sin problemas en esta iniciativa. “También es cierto que cuando una empresa grande se pone en contacto con estos gobiernos, la actitud es diferente”.
Ese material sanitario está yendo a parar a los dos hospitales que hay en Martorell. “No es que se quede en la provincia, es que apenas sale de los alrededores de Barcelona”. La producción no da para más. “Los dos hospitales de Martorell son viejos y ya tienen bastantes problemas de saturación en una situación normal. Con la que está cayendo ahora, imagínate…”. Asimismo, el material también se distribuye por los ambulatorios de la localidad.
Los despidos temporales
Pesa sobre estas dos empresas un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE), un término que ha subido recientemente a la palestra mediática por afectar ya a un millón de trabajadores de toda España. Uno de los sectores más afectados es la automoción. Renault, Ford, Euromaster, Antolin, Michelin... todas estas compañías se han visto obligadas a despedir temporalmente al grueso de sus empleados.
Pero no solo afecta al sector de los coches, ni mucho menos. También al sector textil (H&M, Inditex, Mango, Primark...), al de restauración (Burger King, Amrest, Alsea...), el turismo (Iberia, Vueling, Norwegian...) y esta lista, desgraciadamente, es mucho más larga.
En la planta de Seat ya solo quedan “unas 20 o 25” personas que han quedado excluidas de este despido temporal para trabajar haciendo mascarillas. “Pero no es que los trabajadores hayan dicho que si se libran del ERTE se ponen a hacer mascarillas, no”, matiza Rafael. “Esto lo hacemos de manera voluntaria y además estamos trabajando mucho más que de costumbre. Hemos trabajado el sábado y el domingo para poder estar el lunes en marcha”.
Las trabajadoras de Pronovias no han tenido esa suerte y las que están cosiendo de forma voluntaria lo hacen sin cobrar, pero lo hacen de igual manera. “Creo que es una iniciativa práctica pero también bonita porque hay gente que enseguida se ha puesto a colaborar”.