Un monumento, un funeral de Estado, un parque, un mural con todos los nombres, una calle, un recuento preciso de las dimensiones de la tragedia... EL ESPAÑOL recoge las opiniones de los familiares y amigos de las víctimas de la pandemia del Covid-19, los seres queridos de los que no se pudieron despedir, sobre cómo habría que rendirles homenaje.
Paulino Baena
Creo que las víctimas del Covid-19 se merecen un gran monumento. Una figura alegórica delante (escultura) con un inmenso muro detrás que recoja todos los nombres de los fallecidos. También hay que instaurar un día de las víctimas del coronavirus. Ese día deben de hacerse todo tipo de actos (institucionales, religiosos, culturales…) en ese monumento y asistir todo aquel que lo desee, por lo que deberá estar en un lugar con mucho espacio abierto. El monumento debe erigirse por cuestación popular. Estamos hablando de varios millones de euros por lo que, además de particulares, deben participar todo tipo de entidades privadas. Alrededor de esta idea se pueden crear premios (periodismo, medicina, acción social, pintura, fotografía…). Debería ser una fundación creada ad hoc quien tomara las riendas.
Paulino Baena es hijo de Milagros Díaz, fallecida el 13/04.
Ángela Izquierdo
Tras haber sufrido una pérdida tan grande y en las terribles circunstancias que otros muchos también han padecido, creo que el mejor y más respetuoso homenaje para las víctimas es, en primer lugar, realizar un adecuado recuento de los fallecidos. Todos y cada uno se merecen respeto. Ese respeto y dignidad que en muchas ocasiones, por desgracia, no han tenido en sus últimos días. El hacer un homenaje para limpiar la imagen de los responsables no calma el dolor que han generado sus acciones negligentes.
En mi opinión, el mejor homenaje es el respeto, el darles el lugar que les corresponde a todas las víctimas, que se responsabilicen los mandatarios y, sobre todo, que se pongan medidas de prevención para que no se vuelva a repetir.
Ángela Izquierdo es nieta de Ángela González, fallecida el 15/04.
David Gil
No pude despedir en persona a mi padre como miles de españoles, ni pude acompañarle en sus últimos momentos. Eso es lo que quizás más me duela. Duele porque sientes que le fallaste y por mucho que te repitas que no pudiste hacer otra cosa da igual: ese dolor no desaparece. Durante muchos días he pensado cómo despedirme de él y creo que ver su nombre en un monumento me reconfortaría.
A mi padre tuvimos que incinerarle y sus cenizas irán al mar que amaba, pero no podré leer su nombre en ningún lado, salvo que estuviese en un monumento. Mi padre tampoco pudo despedirse de mi abuelo, ya que este murió en una batalla tan cruenta en el frente de Murcia que nadie sabe dónde está enterrado. De hecho, en el certificado de defunción, ni siquiera precisan el día. Lo que nunca pensé es que a mí me pasaría lo mismo. Por eso saber que su nombre está ahí, de algún modo reconfortaría.
David Gil es hijo de Juan Antonio Gil, fallecido el 10/05.
Pilar Navarro
Al igual que ocurrió con el atentado del 11-M, sería perfecto un lugar en Madrid, por ser la capital, donde se hiciera un monumento o se reservara un espacio para que nunca se olviden las víctimas del Covid-19. Los muertos y sus familiares no hemos tenido voz en toda esta tragedia y al menos me gustaría que hubiera un lugar para que se les recuerde siempre.
El funeral de Estado está bien, pero no vamos a poder estar representadas todas las familias. Sugiero que algo similar se pudiera hacer de manera local. Que el Estado lo fomente y lo promueva. A mí, personalmente, me gustaría asistir a un homenaje en mi ciudad, al que pudieran asistir también aquellas personas que no pudieron estar con nosotros por las circunstancias de la pandemia.
Cualquier homenaje para honrar a los fallecidos tiene mi visto bueno, pero eso no implica que critique la opacidad en la que seguimos viviendo, nosotros y nuestros familiares fallecidos, simples cifras y números.
Pilar Navarro es hija de Paqui Arévalo, fallecida el 31/03.
Patricia Escamez
Los 10 días de luto nacional están bien, y sí, creemos necesario un monumento a las víctimas del Covid-19 porque no han sido sólo debidas a una epidemia mundial, sino también a la desorganización y falta de coordinación y previsión del Gobierno de España, sea este del color que sea.
Este monumento debe situarse en Madrid, y puede estar formado por 17 partes si se empeñan en dividir el país en autonomías, pero en el mismo conjunto y tratadas de igual manera. Por supuesto que quiero ver el nombre de mi padre inscrito en él, sería un honor, sería posible decirle adiós. Para él, habría sido algo, no desaparecer así como así, solo, en un hospital... Podríamos sentirnos un poco reconfortados. Dignificaría su muerte, la haría salir del anonimato.
Su entierro fue al aire libre, 10 minutos, 2 personas y el sacerdote con mascarilla... Yo no pude ir, nadie de la familia... Luego su cremación y fueron cremadas TODAS sus pertenencias. No quedó nada, sus cenizas y ni un adiós...
Quisiera también que se adjudicara un lugar significativo de la la ciudad, en un parque céntrico (el Retiro), en una plaza arbolada (la de la Bolsa), que se convocara un concurso público entre artistas y arquitectos, que ganara el mejor, que en la inauguración estuviera presente, por supuesto, el Rey, el Ejército, en concreto la UME, y médicos y enfermeras. Que se distingan más aún los muertos en acto de servicio como policías, guardias civiles, médicos, enfermeras y todo el personal sanitario.
¡¡Y QUE SE INCLUYAN TODOS LOS MUERTOS!! Es decir, que se realicen autopsias y tests a muertos sospechosos desde el 1 de enero de 2020 porque hay mucha más gente no contabilizada. Hasta conozco personas cercanas que han muerto del Covid-19 y que han sido declaradas muertas de infarto para poder enterrarlos en familia y velarlas adecuadamente...
En fin, y que paguen los que por su irresponsabilidad y egoísmo dejaron que esta situación tomara tales dimensiones, en este país y en el mundo. Eso es lo que deseo y lucharé y rezaré para que eso suceda.
Patricia Escamez es hija de Francisco Escamez, fallecido el 23/04.
Juana
Por desgracia, si bien nada de lo que se haga va a traer de vuelta a las personas que hemos perdido, el mayor homenaje que podría hacérseles se llama Justicia. La no admisión de pacientes de edad avanzada en hospitales que condujo al sacrificio como corderos de miles de personas ha de ser juzgada y condenada. Cada caso debe ser revisado y depuradas las responsabilidades hasta la última consecuencia. En España hemos asistido a un holocausto y no se puede disfrazar el horror con monumentos hasta que se haga Justicia.
El enriquecimiento ilícito de residencias privadas, en las que primó la ocultación de casos a la previsión de una pandemia que ya se veía llegar, que no llegó en dos días y de la que China e Italia eran un claro precedente. Nos consta que se mintió a familiares, que se juntaron personas sanas con personas enfermas y que no se les dio ni una sola posibilidad de sobrevivir.
Ahora, estas residencias están aprovechando la ignorancia de la gente para recaudar dinero, cuando en su día condenaron no solo a enfermos sino también a trabajadores. Aparecen como héroes y heroínas, y tenemos que cruzárnoslos por la calle sabiendo que dejaron morir a nuestros familiares como perros, solos, sedados y condenados. ¿Se puede ser más mezquino?
No podemos cubrirlo todo de terciopelo negro y seguir como si nada. Es demasiado horrible. Tenéis una voz, la nuestra. Y nuestra voz está llorando de rabia, de dolor y de impotencia. Si hoy han sido los ancianos, ¿a quién le tocará mañana?
Juana (nombre inventado porque pide anonimato) es familiar de una persona fallecida por el Covid-19.
Cristina Villarino
Me encantaría que pusieran los nombres de todos en algún lugar donde haya vida: un parque, un estanque... Pero he de decir que ahí no estarán todos y el de mi padre tampoco... No lo contabilizarán. Él se contagió y eso le destrozó por dentro durante tres semanas... El día antes de fallecer, a los 24 días de la primera prueba, dio negativo en Covid-19 y por tanto el motivo que pone en su certificado es insuficiencia respiratoria, entre otras cosas. Cosas provocadas por el Covid-19. Me dolería mucho que hicieran un monumento y no estuviera su nombre... Y como yo hay miles de personas.
El funeral y la manifestación estarían genial, sobre todo porque podríamos asistir todos los que queramos. Un monumento en algún lugar donde podamos estar allí con bancos para sentarnos. Por supuesto necesitamos que alguien haga una investigación fuera del Gobierno...
Mi padre y miles de personas se infectaron en hospitales antes del estado de alarma. Y después no se trataron. Esperaron a que dieran negativo para proceder y en muchos casos en ese momento ya era demasiado tarde. En habitaciones aisladas en el caso de mi padre... El Covid-19 no le permitía valerse por si mismo, su habitación no tenía ni televisión y apenas podía hablar porque se ahogaba. Han fallecido solos, asustados y conscientes. Las familias tenemos tanto dolor que es insoportable.
Cristina Villarino es hija de hija de Emilio Villarino, fallecido el 13/04.
María Isabel Enciso
Por desgracia, después de dos meses, aún no hemos podido juntarnos los hermanos y mi madre y hacer un funeral en condiciones como se merece cualquier persona. Creo que el homenaje a las víctimas de esta pandemia tiene que ser personalizado, porque no son números ni son cifras que suben y bajan según la lectura del día o los criterios cambiantes del Gobierno.
Es necesario que se les haga un reconocimiento como las VÍCTIMAS que son de una pandemia mal gestionada desde el principio. Desde mi visión personal como sanitaria, han fallecido más personas de las que deberían, sobre todo sabiendo desde enero lo que podría venir, lo que se estaba avisando desde otros países... Creo que la negligencia de este Gobierno les ha costado la vida a muchas personas como a mi padre, un hombre sano, moderado, cumplidor, esposo cuidador que ha dejado a una viuda indefensa y dependiente y una familia de 18 personas que no ha podido estar con él en sus últimos momentos, ni en su entierro.
Por supuesto, se merecen una misa en la catedral de la Almudena o una simultánea en todas las catedrales de España, y que queden sus nombres reflejados en algún monumento como recuerdo de las víctimas que son. Un sitio donde sus familias puedan recordar a todas aquellas personas que tuvieron que morir solos, a las que les robaron el amor de los suyos en el final de sus días, que no se les pudo hacer un funeral...
Llevo trabajando veinte años como médico y siempre me ha parecido que lo más triste de esta vida es morir solo. Mi padre y yo comentábamos a veces el tema del testamento vital... y lo único que me pedía es que estuviese a su lado y no le dejase sufrir ni pasar dolor. Pues cuando mi padre comenzó a sentirse mal estaba en Jaraíz de la Vera (Cáceres ) y yo en Badajoz con la infección del coronavirus. No pude desplazarme ni estar con él, ni nadie nos avisó que sospechaban que él tuviese coronavirus. Tras tres llamadas al 112 , le trataron como una neumonía en casa y cuando comenzó a tener fiebre y decidieron llevarle al hospital ya fue demasiado tarde. La prueba del coronavirus fue post mortem. Ni él ni ninguno de sus hijos pudo imaginar que era su final. Lo que sí sabíamos es que no quería morir solo en un hospital (como sucedió).
María Isabel Enciso es hija de David Enciso, fallecido el 31/03.
Marta de Madariaga
No hay un homenaje suficiente para traerme a mi parte de vuelta, para vivir estupendamente 20 años más con nosotros. Consultándolo en casa, especialmente con mi madre, tiene varias sugerencias:
-Que el Gobierno en pleno pida perdón por la pésima gestión, falta de material sanitario, falta de información y por no habernos confinado antes. (Para su información, mi hermana médico, también contagiada de Covid-19, tenía que acudir a intentar colarse en su propio hospital con una mascarilla que se traía de casa y guantes de fregar).
-Funeral de Estado por las víctimas.
-Monumento en memoria de las mismas con sus nombres grabados.
Mi sugerencia es: ¿no les gusta tanto a este Gobierno cambiar nombres de calles? Que le pongan el de una víctima del Covid-19 a cualquier calle nueva o susceptible de cambio... Sería un orgullo inmenso vivir en la Calle Jesús de Madariaga Fernández-Fígares.
Marta de Madariaga es hija de Jesús de Madariaga, fallecido el 28/03.
Teisa Caro
No me es suficiente con la declaración de 10 días de luto oficial (sin tener en cuenta que se ha tomado tarde).
En mi humilde opinión, una bonita forma de recordar a todas las personas que se han ido por causa directa o indirecta del coronavirus (por ejemplo, enfermos de otras patologías que no han podido ser tratados porque las UCIs estaban llenas por enfermos del virus), sería con un monumento en su memoria, el cual lo ubicaría en Madrid, epicentro del contagio y donde hay un gran número de las víctimas. A esto, se le podría añadir un día que fuera declarado como conmemorativo para las víctimas, aunque esto lo veo menos factible porque dudo que las autoridades lo autoricen.
Poner el nombre de todas las víctimas del virus en un monumento, no lo veo claro, porque hay víctimas del virus (por ejemplo, en las residencias de ancianos) que al no haberles hecho el test no han sido contabilizadas como tales en las estadísticas y por tanto, sus nombres no aparecerían.
Teisa Caro es nieta de Antonio Costa, fallecido el 27/03.
Rosa Crespo
Creemos que se debería hacer una gran funeral de Estado con la presencia del Rey en la catedral de la Almudena. También levantar un monumento muy bonito, quizá en el parque del Retiro en Madrid, como capital de España (con el mayor consenso posible), a todos los fallecidos. Opino que sin nombres, porque creo que debe haber fallecidos por coronavirus que no estén identificados como tal, gente que ha muerto en casa, residencias, etcétera; y no seria justo no incluirles...
Manifestaciones no, creo que los fallecidos no se merecen que la gente se pueda crispar entre ellos y convertir el homenaje en algo político, siempre habrá distintos bandos y formas de ver la pésima gestión de esta pandemia.
Quisiera, por último, dar las gracias a todos los profesionales esenciales que han estado prestándonos sus servicios durante el confinamiento y que por desgracia sus sueldos dejan mucho que desear: sanitarios, farmacéuticos, policía y seguridad, transportistas, empleados de alimentación y del transporte público, taxistas, carteros, etc.
Rosa Crespo es hija de Purificación Fernández, fallecida el 11/04.
Yolanda Gonzalvo
En mi opinión, los funerales son íntimos. Los que nos quedamos, a veces, tenemos esa necesidad de hacer visible algo que nos recuerde a ellos. No soy partidaria de un monumento. No necesitamos más gastos, tardarían en ponerse de acuerdo estos políticos: lugar (en la capital, los indepes en sus territorios, el pueblo...), color, artista, antibandalismos; habría quien dijese: por qué unos sí tienen monumento y otros no. No ayuda, no soluciona, no representa.
Un concierto de música (adecuada, para mí clásica), me gusta más, me reconozco más con la vibración. No obstante, pasaría algo parecido con los políticos. Una misa, también me gustaría.
Tal vez el reconocimiento se me ocurre hacerlo en cada hospital, sanitarios, funerarias, un detalle que cada vez que vayan a trabajar se reconozcan en su fuerza, en su potencia humana, y cada vez que pasemos por ellos también nos reconozcamos en esa historia.
Sobre actos políticos, pues no. Para qué. Estos políticos no son creíbles. Las Fuerzas Armadas de aviación, pues también se me ocurre que podía ser. También hay un reconocimiento para ellos. El Rey, asimismo, se podría hacer más visible.
Yolanda Gonzalvo es exmujer y gran amiga de Antonio Ávila, fallecido el 11/04.
Ángel Francisco Alegre
Creo que estos diez días de presunto luto oficial, con banderas a media asta y alguna ceremonia puntual, no son ni remotamente suficientes para paliar el dolor ocasionado por tan ingente número de muertes injustas debidas a la pandemia y (todo hay que decirlo) a la pésima gestión de nuestros gobernantes. La dimensión de esta catástrofe histórica justificaría un homenaje a las víctimas más duradero. Una misa multitudinaria en algún lugar emblemático no sería mala idea, pero también es algo efímero que acabaría cayendo en el olvido, por lo que yo desearía que existiese un hito permanente que recordara a mi madre y a los muchos hombres y mujeres que nos abandonaron antes de tiempo. En este sentido, la idea de un mural con sus nombres es excelente, pero también sería aceptable cualquier otro tipo de monumento conmemorativo.
Ángel Francisco Alegre es hijo de Antonia Amor, fallecida el 16/04.
Valle Frutos
Creo que es necesario un funerales de Estado y en todas las comunidades autónomas en las catedrales, oficiados por los obispos y en el que estuviesen representantes de la administración y de profesionales que han estado colaborando heroicamente para combatir esta pandemia (sanitarios, policías, guardias civiles, ejército, personal de servicios esenciales que también han sufrido pérdidas).
Es importante hacer un homenaje a todas las víctimas y a sus familia. Yo propondría que se hiciese algún monumento simbólico que reúna a todas las víctimas y ponerle el nombre de una calle o plaza, en especial a esa generación que se ha visto más afectada: nuestros mayores fallecidos, que han hecho posible con mucho sacrificio y esfuerzo, que podamos disfrutar de un país como España.
También propongo hacer un homenaje a esas personas que han estado en primera línea combatiendo esta pandemia. Poner el nombre de alguna víctima, como ya se ha propuesto, a los centros de salud, bibliotecas, institutos y colegios públicos, pabellones deportivos, etc.
Valle Frutos es sobrina de José Luis Frutos, fallecido el 30/03.
Julián Rubio
Dadas las circunstancias que estamos viviendo en este momento en nuestro país, con los despropósitos en la actuación por del Gobierno, lo mejor y más contundente es una manifestación multitudinaria en Madrid de todos los españoles, para así hacer llegar nuestra repulsa, nuestro dolor y nuestro desacuerdo con la gestión de la pandemia por parte de nuestros dirigentes.
Julián Rubio es hijo de Julián Rubio, fallecido el 28/03.
Vicente Gómez
Por experiencias anteriores, los monumentos, como el de Atocha por el 11-M, son objeto de polémicas y abandono con el paso del tiempo. Una placa quedaría pequeña para tanto nombre. Me inclino más por un parque memorial con plantas o árboles en honor de cada fallecido. O como el espacio dedicado a las víctimas del 11-S en Nueva York.
Vicente Gómez es amigo de Ángel Sánchez-Miranda, fallecido el 28/03.
Julio Vergel
Creo que se les debería recordar para toda la vida en algún lugar de Madrid, que ha sido la zona más afectada. Un gran muro con sus nombres que todos los sábados a partir de las 22:00 se iluminara con una música especial; y los domingos a las 9 de la mañana igual, pero sin la iluminación con una canción especial que de fondo fuera diciendo los nombres de quienes nos han dejado.
Julio Vergel es hijo de Julio Vergel, fallecido el 15/03.
María Dolores Martínez Prieto
Me gustaría algo que no se olvidara nunca. Lo del monumento me parece bien y acompañado del mural con todos los nombres de los fallecidos. Pero pienso que se tendría que hacer por comunidades, para poder tenerlos más cerca y poder visitarlo más a menudo. Puesto que si se hace en un solo lugar, será más complicado poder ir.
Mª Dolores Martínez es hija de Antonio Martínez, fallecido el 5/04.
Leticia Segovia
Aunque yo soy católica, pienso que las creencias deben ser personales. Haremos un funeral a mi abuela, en la iglesia del pueblo.
Sin embargo, las víctimas sí se merecen un homenaje laico. Se nos ha ido la generación que vivió la posguerra, los años del hambre y el pluriempleo. Se nos ha ido la generación que supo perdonar y que levantó España. Y se nos han ido en condiciones que no se merecían: solos.
Vaya por delante que no me siento vinculada a ningún partido político, pero si de mí dependiese, pondría un monumento en algún sitio emblemático de Madrid.
Leticia Segovia es nieta de Felicia Fernanda Rincón, fallecida el 28/04.
Roberto San Valentín
A mi parecer creo que se debería hacer un gran homenaje a todos los fallecidos. Gran parte de ellos, nuestros padres y abuelos, fueron los que lucharon para que España viviese en democracia y las generaciones futuras tuviesen una vida más cómoda gracias a su trabajo y empeño.
Si se han erigido monumentos por otros motivos, ¿cómo no se va a hacer por la mayor catástrofe de nuestra época? Creo que un monumento con el nombre de todos los caídos sería algo bonito y simbólico.
En esta "guerra" han muerto personas de todas las ideologías, por eso no soy partidario de una manifestación para que los políticos se luzcan o para que se politice y se juegue con el sentimiento de los españoles. Un funeral de Estado presidido por SM el Rey creo que sería lo más oportuno.
Roberto San Valentín es hijo de Mariano San Valentín, fallecido el 3/04.
José María Olmos
Si por el 11-M, que murieron casi 200 personas, las víctimas tuvieron el reconocimiento, que por supuesto se merecían, de rendirles un funeral de Estado y un monumento o lápida conmemorativa, qué menos para las víctimas -de las cuales todavía no se sabe el número- de esta pandemia.
El luto oficial llega tarde y desabrido, han primado otros intereses más políticos. SM el Rey, cuyo comportamiento ha sido el que de él se esperaba, debiera presidir esa misa por todos los fallecidos.
José María Olmos es hijo de Amparo Peris, fallecida el 6/04.
David Javier Álvarez
En mi opinión, el homenaje debiera consistir:
1. En un funeral de Estado en el que se recuerde a todas las víctimas, como se viene haciendo ante cualquier catástrofe.
2. Un bosque o parque del recuerdo con un mural/monumento con sus nombres y en el que se planten árboles, y que sea un parque que perdure en el tiempo y que todo el mundo pueda visitar para que siempre recordemos a tantas víctimas inocentes que esta pandemia se ha llevado por delante de forma directa o colateral.
David Javier Álvarez es hijo de Pedro Álvarez, fallecido el 28/03.
José Luis Hernández
Creo que sí que habría que hacer una gran manifestación por las calles de las capitales, así como también habría que erigirles un monumento. La mayoría de las personas fallecidas son las que levantaron el país después de la Transición y han soportado los contratiempos de la anterior crisis económica. Los fallecidos son muchos más que los que murieron por actos terroristas. En cuanto a lo del funeral de Estado no creo que este Gobierno este por la labor.
José Luis Hernández es hijo de Carmen Manuela Castellanos, fallecida el 12/04.
Carlos Marzán
Una misa, un homenaje, 30.0000 (¿o 40.000?) nombres en una lápida (¿sería posible?) serían recuerdos que se perderían en el tiempo. Un grupo escultórico en alguna de las plazas de Madrid o incluso Barcelona, o ambas, las dos ciudades que más han sufrido, perduraría en el tiempo. Cualquier recuerdo a esta enorme tragedia será bien recibido.
Carlos Marzán es amigo de Enrique de la Pezuela, fallecido el 30/03.
Antonio Pedraza
Mi opinión es que el mayor homenaje es que se diga la verdad y los responsables asuman sus culpas, penales, políticas o administrativas. Lo demás en mi caso no vale para nada, para la foto y la propaganda, y eso no va a explicarme por qué dejaron morir a mi madre, por decirlo educadamente.
Antonio Pedraza es hijo de Marcela Ordóñez, fallecida el 25/03.
Cristina Jiménez
Yo perdí a mis dos padres con 8 días de diferencia. A mí me gustaría que sus nombres figuraran inscritos en algunas placas, murales, para recordarles siempre; y un funeral.
Cristina Jiménez es hija de Gonzalo Jiménez y Alfonsa Rodríguez, fallecidos el 15/04 y 23/04.
Olga Anchuelo
Para que perdure el recuerdo de todas estas personas que se fueron sin estar ahí con ellas, se merecen algo que perdure y que al resto de nosotros que seguimos nos haga recordarlos en conjunto: erigir un monumento en su memoria.
Olga Anchuelo es hija de Eladia Ledesma y Miguel Anchuelo, fallecidos el 28/03 y 29/03.
Maribel Trancón
Me parece una gran iniciativa el querer recordarles y brindarles un homenaje, sobre todo a los que nos han dejado de esta manera tan dura. Me encantaría que tuviesen un monumento y que apareciesen sus nombres. Todos y cada uno de ellos deben permanecer en nuestra memoria. Está siendo una situación muy dura, todo es tan repentino y frío que no es fácil de asumir.
Maribel Trancón es hija de Adolfo Trancón, fallecido el 29/03.
José Luis Yagüe
En mi opinión el mejor homenaje es una misa. Según me enseñaron de pequeño, una oración por un difunto es una flor que nunca se marchita.
José Luis Yagüe es hijo de Alicia Compadre, fallecida el 2/04.
Victoria Aguado
A mí me gustaría que hicieran un mural con todos los nombres de los fallecidos y una misa en la catedral de la Almudena por todos ellos y por Madrid.
Victoria Aguado es hija de María Barragán, fallecida el 8/04.
Santiago Vega
Yo perdí a mis padres Santiago y Argentina el pasado 27 y 29 de marzo en Madrid, en una residencia. Si pediría una misa en la catedral de la Almudena, sería un reconocimiento del pueblo de Madrid a sus fallecidos y a la vez que se pudiera en todas las catedrales de las principales ciudades de España. Todo lo que además se hiciera, estaría siempre agradecido.
Santiago Vega es hijo de Santiago Vega y Argentina Fernández, fallecidos el 29/03 y 27/03.
Nuria Muñoz
Creo que se merecen un gran funeral, misa, en memoria de todos y cada uno de ellos, al margen del funeral de Estado, dado que la mayoría de los españoles se consideran católicos y el funeral de Estado sería para creyentes y no creyentes .
Nuria Muñoz es sobrina de Gertrudis Sánchez, fallecida el 7/04.
Juan Gómez
Una concentración como luto, una concentración desde Colón hasta Cibeles, y en silencio.
Juan Gómez es vecino de Esperanza Macías, fallecida el 2/04.