La ‘nueva normalidad’ está cambiando nuestros hábitos de vida y hay quien no parece estar muy contento con ello. Antes, por ejemplo, se podía acceder a los probadores de las tiendas de ropa con hasta seis prendas; ahora, sólo con cuatro. Esto motivó una pelea en un Zara de Galicia, en la que tuvo que hacer acto de presencia la Policía y que acabó con tres mujeres en el hospital.
Alrededor de las 8 de la tarde del pasado sábado, se produjo la riña en el Zara de Pontevedra. Una mujer de 30 años pretendía entrar en el probador de la tienda con hasta seis prendas. Sin embargo, la dependienta le informó de que tan sólo podía acceder con cuatro y ahí comenzó todo.
La mujer no se lo tomó bien y acabó por pagarlo con la trabajadora. Según informa La Voz de Galicia, la joven lanzó parte de la ropa a la cara de la dependienta, después de mostrar su enfado con la decisión de la firma de limitar el número de prendas en el probador.
Otra clienta, de 55 años y que también esperaba para entrar al probador, recriminó su actitud a esta persona. Esto hizo que la mujer enfadada le propinara un guantazo que le hizo caer al suelo, según la declaración de la agredida y de otros testigos presenciales. Una vez en el suelo, la joven siguió golpeando a la víctima hasta hacerla sangrar por la boca.
"Animal"
Una señora de 61 años también se vio envuelta en la pelea. Al igual que la anterior, recriminó la actitud que había tomado esta señora en la tienda. De la misma forma, esta mujer acabó siendo golpeada y por los suelos del Zara.
La agresora defendió en su declaración ante la policía que había sido insultada con anterioridad. Se justificó diciendo que le habían tildado de “animal” y de ahí su respuesta. En contraposición, la versión del resto de testigos y de las dos agredidas y la dependienta, que narraron los hechos tal y como han sido transcritos anteriormente.
Al final, las tres mujeres envueltas en la pelea tuvieron que ser atendidas por los servicios sanitarios del hospital de Montecelo. Las agredidas tenían distintos golpes, mientras que la agresora se quejaba de una supuesta lesión en el dedo.