Entre las consecuencias colaterales de la pandemia que van más allá del ámbito sanitario, una de las más preocupantes es la afectación emocional para la infancia, especialmente en aquellos hogares en los que existe algún tipo de vulnerabilidad. La situación ha marcado un antes y un después del que está siendo complicado arrancar de nuevo pero, para facilitar esta vuelta a la normalidad, Fundación 'la Caixa', a través de su programa CaixaProinfancia, promueve campamentos, colonias urbanas y centros abiertos para más de 20.000 niños, niñas y jóvenes.
Se trata de una cifra en aumento, toda vez que las entidades colaboradores (actualmente 320 en todas las provincias) van sumándose a la iniciativa. Pero en lo que a Fundación 'la Caixa' respecta, ha destinado 4,8 millones de euros en un plan cuya prioridad, como explica el subdirector general de la Fundación 'la Caixa', Marc Simón, "es que puedan volver a disfrutar, jugar, aprender y convivir, ofreciéndoles un verano lleno de actividades, recursos y juegos adaptados que les devuelvan la estabilidad emocional y que también refuercen las competencias educativas".
Dado el contexto, la mayoría de las actividades tendrán lugar en el exterior de las instalaciones que las acogen y siempre bajo todas las medidas sanitarias y de prevención establecidas. Para alcanzar las apetencias de todas las edades, se han incluido todo tipo de temáticas: deportivas y psicomotoras, artísticas, lúdicas, sociales, medioambientales y cognitivas. Se trata, por tanto, de experiencias que aportan al factor del entretenimiento un beneficio educativo y personal que contribuye a su desarrollo personal, social y cultural.
Opciones para todas las edades
Por otra parte, la organización también ha tenido en cuenta la posibilidad de que estos planes puedan complementarse entre sí, de tal modo que cada niño, niña o adolescente pueda participar en más de una gracias a las diferentes características que ofrecen. Los centros abiertos, por ejemplo, se caracterizan por contar con un servicio diario durante todo el curso fuera del horario escolar e incluso fines de semana. Están dotados de un proyecto educativo propio en base a una programación anual.
Las colonias urbanas suelen desarrollarse principalmente durante los periodos vacacionales. También disponen de un proyecto educativo propio y pueden incorporar actividades regulares de apoyo a la realización de tareas escolares o refuerzo educativo. Solo este año, cerca de 17.000 menores de todo el país participan en algún tipo de colonia urbana.
Por su parte, los campamentos tienen una filosofía relativamente similar a la de la colonia aunque en su caso estas actividades intensivas suelen implicar un desplazamiento a un lugar distinto al de la residencia habitual y, generalmente, en contacto con la naturaleza. Estas vacaciones, unos 3.000 jóvenes disfrutan de ellos.
Estos modelos pretenden divertir pero, como apuntaba el subdirector general de la Fundación 'la Caixa', también quieren ir más allá y trabajar el impacto emocional que ha supuesto la pandemia en muchos hogares. Es una preocupación compartida para muchas entidades que trabajan habitualmente con menores, más aún en un momento como el actual, en el que ya con la relativa normalidad, afloran algunas de esas repercusiones provocadas por el confinamiento pero que están manifestándose ahora.
'Campamentes' conectadas
Pensando en paliar este tipo de sufrimiento mental y emocional, el programa impulsado por Fundación 'la Caixa' también ha puesto en marcha Campamentes conectadas, una iniciativa que ofrece actividades digitales que se suman a las realizadas presencialmente por las propias entidades y que permiten trabajar contenidos educativos, así como recursos para reconocer, expresar y gestionar emociones.
Durante los meses de julio y agosto, CaixaProinfancia comparte con las entidades sociales propuestas, actividades y materiales digitales extraídos de la plataforma digital del programa EduCaixa. Estas se alojan en una página web que se actualiza y se comparte con estas asociaciones mediante una newsletter semanal.
Además, Campamentes conectadas también propone lo que ha denominado 'Un mural que nos conecta'. Es un gran lienzo digital que se nutre de los dibujos que recopilan las entidades colaboradoras y en los que los niños y jóvenes reflejan las emociones que han sentido durante los campamentos. Es una manera de fomentar su creatividad, su capacidad de expresión y ayudarles a asimilar y a normalizar cualquier tipo de emoción.