Los accidentes en carretera siguen siendo una de las causas de mortalidad que más preocupa a nivel global. Aunque el 2020 fue el año con el menor número de fallecidos de la historia en España en este ámbito, algo a lo que han contribuido todas las restricciones de movilidad debido al Covid-19, la mitad de las muertes en carretera de ese año fueron provocadas por distracciones al volante debido al consumo de alcohol y drogas. Dado que garantizar una mayor seguridad vial de conductores y pasajeros es un objetivo común para los países del entorno, la propia Unión Europea se ha marcado como meta que en 2050 no haya ninguna muerte en accidentes de tráfico.
En este contexto, España se ha comprometido con el programa ‘Visión Cero’ de la Unión Europea con la aprobación de la reforma de la Ley de Tráfico de Circulación de vehículos a Motor y Seguridad Vial, que entrará en vigor en marzo de 2022, y que busca ofrecer una mayor seguridad en carretera.
Con esta normativa los nuevos vehículos deberán integrar, sin ningún tipo de excepción, un conjunto de sistemas de asistencia al conductor (ADAS). Alerta del cambio involuntario de carril, el frenado automático de emergencia, el detector de fatiga e, incluso, la instalación de una cámara trasera con detección de tráfico cruzado son algunos de los sistemas que se instalarán obligatoriamente en muchos vehículos este verano. Todos y cada uno de ellos están diseñados para garantizar más protección y seguridad.
Además de estos sistemas de asistencia, existen algunos dispositivos que también pueden ayudar a controlar el consumo de alcohol y drogas. Empresas como Dräger, una compañía alemana especializada en la elaboración de sistemas de seguridad, se encargan de fabricar dispositivos para prevenir el consumo de estas sustancias, como Interlock, un alcoholímetro conectado al sistema de arranque del vehículo y cuya función principal es evitar que el conductor supere los niveles de alcohol permitidos.
Alcoholímetros integrados para una mayor seguridad
A partir del 6 de julio de 2022, todos los vehículos de transporte de viajeros por carretera matriculados por primera vez, como autobuses, minibuses y microbuses, también estarán obligados a llevar instalado el alcoholímetro Interlock. En el caso de que el dispositivo detecte que se excede el límite legal determinado, bloqueará temporalmente el motor y evitará que el vehículo se ponga en marcha.
“Esta reforma (Ley de Tráfico de Circulación de vehículos a Motor y Seguridad Vial) ayudará a la normalización del uso de Interlock, como ya sucede en países como Francia, Italia, Bélgica o Polonia, donde llevan años utilizando el alcoholímetro antiarranque”, afirma Dionisio Martínez de Velasco, Managing Director de Dräger Iberia. De esta manera, los pilotos estarán siempre en condiciones de conducir, procurando su seguridad y la del resto.
Dado que lograr la tasa 0,0 de alcohol en las carreteras es uno de los principales objetivos del Gobierno de España, en un plazo de dos años también se pretende poner en marcha procedimientos para realizar controles iniciales, periódicos o aleatorios a los conductores de transportes de viajeros y mercancías de carretera. Una iniciativa que, en definitiva, aportará una imagen más profesional al Sector del Transporte por carretera y que contribuirá a reducir considerablemente los accidentes de tráfico provocados por el consumo de alcohol y drogas.