Cuando echamos la vista atrás, al terminar el año o en momentos en que paramos a hacer balance, tenemos guardada en la memoria una etapa especialmente feliz en nuestra vida, que nos ha marcado, y otra que ha sido la más complicada y que, seguramente, más nos ha enseñado.
Miniso, en un estudio realizado entre personas de 18 y 65 años, muestra que el inicio de la edad adulta (entre los 15 y los 18 años) es recordada como la etapa más triste de sus vidas (por un 13% de la muestra).
Esta etapa coincide con una época de cambios en la vida de una persona, donde las emociones pueden verse alteradas rápidamente a medida que aprendemos a ocuparnos de los estudios y las relaciones y al mismo tiempo enfrentar las expectativas de los adultos, y donde la autoestima se ve afectado por el éxito en la escuela, los deportes y las relaciones. Sin embargo, según el estudio la etapa que viene inmediatamente después, la de la juventud (comprendida entre los 18 a los 25 años y donde el individuo se encuentra más tranquilo con respecto a lo que fue su adolescencia, aunque todavía no ha llegado al equilibrio de la adultez) es recordada como la más alegre o feliz (29%).
"Hemos realizado este sondeo para permitirnos conocer y reconocer en qué etapas de nuestra vida necesitamos alimentarnos más de todo aquello que nos aporta felicidad, y la nutre", afirma Adriana Velásquez, directora de marketing en Miniso España. Y añade: “En Miniso llevamos nuestro mensaje ‘Life is fun’ (la vida es divertida) por bandera y todas nuestras acciones giran alrededor de esta filosofía, para permitirnos como sociedad tener ilusión por la vida, y no olvidar dar el valor que merecen a las pequeñas grandes cosas que al final son las que nos hacen felices”.
La importancia las relaciones
Independientemente de los datos asociados a las distintas etapas de la vida, el estudio desvela que la población española se muestra optimista cuando se trata de valorar su nivel de felicidad actual (puntúa su felicidad actual con una media de casi notable, 6,8 puntos sobre 10), si bien es cierto que el nivel de infelicidad ha aumentado en un 15% después de la pandemia.
No es de extrañar este dato, teniendo en cuenta que los factores que más contribuyen a aumentar el nivel de felicidad son disfrutar de los seres queridos: “Disfrutar con la pareja” (34%), “Disfrutar con la familia” (33%) y “Disfrutar con los amigos” (21%); por encima de tener “El trabajo de mis sueños” (17%) o “La casa de mis sueños” (17%) y quedando el “Tener mucho dinero” (13%) en último lugar.
El tiempo para uno mismo
“Disfrutar de tiempo para mí” es uno de los factores imprescindibles para ser feliz, valorado por casi un tercio de la muestra (29%) como el más importante. De hecho, el estudio confirma que el día más feliz de la semana es el sábado (48%) y los principales motivos para escoger este día son que comienza el fin de semana y que “Es el día que tengo para disfrutar de tiempo para mí” (23%). Seguidos de tener tiempo para disfrutar con la familia (19%), pareja (14%) y amigos (7%).
En palabras de Velásquez, “No sorprende que la compañía de los nuestros y el autocuidado sean condiciones significativas para alcanzar la felicidad. Desde Miniso en el Día Internacional de la Felicidad invitamos a los españoles a mirar hacia adentro, a evaluar cuánto tiempo dedican a todo aquello que les hace felices”. Y añade un mensaje especial para los jóvenes: “Para los jóvenes que ahora mismo tienen entre 15 y 18 años, la etapa más triste de la vida según el estudio, animarles a tomar conciencia de las cosas realmente importantes en la vida y cuidarlas”.